La figura de Jules Bianchi fue la gran protagonista del pasado fin de semana en Hungría. Su reciente muerte, en la semana anterior en el hospital de Niza tras una larga lucha de nueve meses por las graves heridas que sufrió en el pasado GP de Japón, tiñó el Gran Premio de una intensa carga emotiva.

Los homenajes se sucedieron en diferentes lugares, no solo del circuito, sino también del mundo, con la figura del malogrado piloto francés siempre presente.Así mismo, también fue un fin de semana muy complicado para el equipo Manor, antiguo Marussia, pues los recuerdos volvieron a recobrar toda su fuerza.

Por ello, su director, Graeme Lowdon, ha indicado lo difícil que ha sido el fin de semana para la escudería y lo bien que les vendrá el descanso obligado en las fábricas para recuperarse.

"Fue un fin de semana muy complicado, hemos tenido tiempo para pensar tras el accidente. Es demasiado fácil centrarse en lo que todos han perdido, así que lo que hemos intentado es solo recordar los fantásticos momentos que tuvimos con Jules. Siempre fue un placer competir con él, tenía una chispa en sus ojos y sabías que cuando se iba a montar en el coche iba a empujar muy fuerte. El cierre de las fábricas ha llegado en un buen momento para darnos tiempo a todos para estar con la familia, reflexionar y recordar los buenos tiempos porque fue un fin de semana muy complicado", ha dicho a Autosport.

Lowdon apreciaba el gran trabajo que hacía el francés para el equipo Ferrari, estructura de la que Bianchi formaba parte gracias a su Driver Academy.

"Ha habido mucho trabajo duro en cada equipo, pero Jules fue ayudado en gran manera por Ferrari, por la Academia de Pilotos de Ferrari, y estuvimos encantados como nadie cuando estaba probando en un coche de Ferrari. Fue un día muy emotivo para todos, pero ver a Ferrari ganando la carrera algo bonito para tanta gente que estuvo impulsando la carrera de Jules", ha apuntado.

Por su parte John Booth, director del equipo Marussia y una de las personas más afectadas por el fallecimiento del francés, se mostró muy emocionado al final del evento, agradeciendo el trabajo desarrollado por todo el equipo.

"Fue un día muy complicado al final de una semana complicada para nuestro equipo y la comunidad de la F1. El transcurso del fin de semana fue increíblemente emotivo, y estoy muy orgulloso del equipo por su tremendo coraje y fortaleza. Fue difícil y reconfortante para ellos ver a la familia de Jules en la pista, difícil porque eran también parte de este equipo y habían compartido muchos momentos felices juntos y reconfortante porque si podían encontrar la fuerza para luchar con el increíble amor y afecto por Jules, entonces realmente nosotros también podíamos", ha concluido.