Daniel Ricciardo ha dejado claro que la fortaleza del chasis de su RB11 en 2015 habría sido suficiente para luchar por victorias a partir de Hungría si hubiesen tenido motores Mercedes.

La temporada pasada quedará para el recuerdo por las grandes diferencias que se dieron entre Red Bull y Renault por los problemas de los franceses con su motor en cuanto a potencia y fiabilidad, algo que llevó a los austríacos a buscar otro motorista para 2016.

Las conversaciones fueron infructuosas con Mercedes, Ferrari y Honda, lo que llevó a Red Bull a continuar junto a Renault pero con los motores rebautizados como TAG Heuer.

Así, recapitulando lo vivido en 2015, Daniel Ricciardo tiene claro que sus tres podios podían haber sido muchos más, incluyendo victorias, de haber tenido otro motor en su monoplaza.

"Desde Hungría, el coche no solo rendía mejor, sino que era más fácil de configurar", ha dicho a Autosport. "Era como en 2014, estaba en esa ventana. O nos encontramos con una ventana o la ventana simplemente se abrió. Las señales aparecieron en Silverstone, pero fue en Budapest cuando cambió. Honestamente lo dije en Budapest, si hubiéramos tenido un motor Mercedes, por lo menos habríamos ganado algunas carreras", ha proseguido.

En este sentido, el australiano ha señalado que el mal rendimiento inicial de la escudería de las bebidas energéticas se debió a los cambios que tuvieron que introducir en la parte delantera del RB11 después de la modificación del reglamento en cuanto al morro de los monoplazas.

"Cuando tuvimos la nueva combinación de morro y alerón en Silverstone, fue cuando empezó a ir mejor. Sé que ellos (los ingenieros) probaron un montón de morros y que intentaron muchas combinaciones. Eso, probablemente, hizo que no estuviésemos arriba tan pronto como podríamos haber estado", ha finalizado.