Lewis Hamilton ha defendido su uso activo de las redes sociales a pesar de las críticas por parte de algunos aficionados sobre lo que muestra en sus cuentas personales de Snapchat o Instagram.

El británico es, sin duda, el piloto que más interactúa con sus seguidores a través de estos canales en internet, en los que muestra muchas de las cosas que no pueden ver de su día a día como piloto de Fórmula 1 y también de su faceta más personal.

La última polémica en torno al británico y su uso de las redes se produjo en la semana previa al Gran Premio de Australia, cuando Hamilton publicó un vídeo en Snapchat grabándose a sí mismo a los mandos de una moto en Auckland (Nueva Zelanda).

La policía investigó la infracción pero el bicampeón quedó finalmente absuelto por falta de "suficientes evidencias".

En este sentido, Hamilton no se plantea cambiar sus hábitos y ha querido dejar claro que solo quiere mostrar a sus fans todo aquello que no pueden ver y que la propia Fórmula 1 dificulta que vean.

"Me gustan las redes sociales y tengo muchos seguidores. Tengo algunos aficionados increíbles que me siguen desde todo el mundo y vienen a las carreras, pero ahora puedes hacer un vídeo de lo que ellos no llegan a ver en una foto. Puedes enseñar de forma instantánea lo que estás haciendo", ha dicho al Daily Mail.

"Por desgracia, la F1 nos ha impedido grabar en el paddock. La cantidad de quejas que he recibido por todos mis 'snapchats' sigue y sigue. Ahora ya no te dejan (grabar), pero sí te dejan hacer pantallazos, así que no sé cuál es la verdadera diferencia", ha concluido.