El presidente de la FIA, Jean Todt, ha restado importancia a las críticas que han aparecido sobre las restricciones de información que se dan por radio a los pilotos durante las carreras. El francés se escuda en que fue una regla aprobada por unanimidad por todos los equipos que compiten en el Mundial de Fórmula 1.

El actual Campeón del Mundo, Lewis Hamilton ha declarado que esta norma daña al espectáculo. En el pasado Gran Premio de Europa, el piloto británico tuvo un problema con su coche que se podía solucionar a través del volante de su W07. El tricampeón pidió ayuda al equipo por radio, pero desde Mercedes no podían darle ningún tipo de información. El mismo tardó 12 vueltas en resolver el problema que tenía con el motor y esto evitó que pudiera acabar la carrera en algo mejor que en una quinta posición.

Toto Wolff, jefe de la escudería Mercedes, y Fernando Alonso, piloto de McLaren-Honda, se han sumado a estas críticas. Ambos piensan que habría que tener en cuenta un ajuste de esta regulación para cuando sucedan casos como los ocurridos en Bakú, para que de alguna forma se pueda ayudar al piloto.

Desde Ferrari también se quieren hacer escuchar. Maurizio Arrivabene, jefe de la Scuderia, ha comentado que es "una locura", ya que el propio equipo italiano fue incapaz de ayudar a Kimi Raikkonen cuando tuvo un fallo de electrónica en mitad de la prueba de Bakú.

Todt ha querido defenderse de estas quejas sobre la norma y ha argumentado que fue una decisión que aprobaron todos por unanimidad. "Siempre hemos creído que teníamos que quitar la denominada ayuda a la conducción, esto se solicitó por unanimidad, se pidió reducir todas las ayudas, todas las ayudas dadas a los pilotos para la carrera y esto es parte de esa idea", ha explicado Todt en la Conferencia de Deporte de la FIA en Turín.

Hamilton ha sido el piloto que más se ha quejado públicamente de esta regla. El británico ha explicado que el volante de un F1 es demasiado técnico que y cuenta con muchos interruptores. Con este argumento cree que los pilotos deberían de tener algún tipo de asistencia cuando les ocurra algo como un problema en el motor o electrónico.

"Tal vez se podría decir que los coches son demasiado complicados, pero acabamos de concluir una carrera de 24 horas (Le Mans, a la que asistió Todt) con monoplazas que son más complejos. Ahora les toca a los equipos y a los pilotos trabajar más duro ya que este hecho ofrece la oportunidad de dar el mejor rendimiento posible", ha añadido el francés.