El ya extinto equipo Caterham F1 Team fundado por Tony Fernandes, a pesar del fuerte apoyo malayo, tenía su sede en Leafield, Reino Unido, a una hora de Londres y una media hora del emblemático circuito de Silverstone.

Dicha sede llamaba la atención por el aspecto del edificio, una casa de aspecto señorial que no hacía intuir el centro de alta tecnología que se albergaba en su interior. Desafortunadamente y tras el rápido y mal desaparecer del equipo, que no encontró salvación, la sede acabó abandonada tras poner a la venta todos sus bienes.

Ahora, gracias a un audaz aventurero de los que adora explorar lugares abandonado, podemos ver en vídeo cómo ha quedado reducido a un lugar sin vida con apenas unos recuerdos de lo que en su día fue centro de actividad de uno de los pocos equipos de Fórmula 1.

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Aquí, el estado que presentaban las instalaciones en 2012.