Williams ha vivido una de las peores temporadas de su historia en 2018. El equipo de Grove, que estaba en plena tendencia descendente con respecto a las anteriores campañas, apostó por un concepto agresivo de monoplaza que no trajo más que dolores de cabeza a la estructura. Williams finalizó en la última posición del mundial de constructores tras sumar apenas siete puntos, con sus pilotos terminando en el top 10 en solo dos ocasiones.

La gran mayoría de esos puntos vinieron gracias a Lance Stroll. El piloto canadiense consiguió el mejor resultado de la temporada para Williams al terminar el Gran Premio de Azerbaiyán en octava posición, mientras que después de ello solo volvió a aparecer en la zona de puntos con un noveno lugar en Monza. Stroll pasó de luchar por los puntos de forma regular el año pasado a verse relegado al fondo de la parrilla esta campaña.

El paupérrimo rendimiento del monoplaza convirtió esta temporada en una auténtica pesadilla para Williams. Stroll reconoce que no ha podido disfrutar de este año debido a la falta de velocidad y a los problemas del vehículo. No puedo decir que haya disfrutado con este equipo este año, pero lo hice la pasada temporada. Voy a tratar de disfrutar del invierno un poco para volver a trabajar de nuevo. Tuvimos claramente el peor coche de la parrilla, así que creo que Williams solo puede ir para arriba ahora, declaró.

A pesar de todas las dificultades que se ha encontrado esta temporada, Stroll afirma que hay aspectos positivos que le han ayudado a evolucionar en su segundo año en Fórmula 1. He crecido y madurado como piloto, pero ha sido un año complicado. He sumado seis puntos. No es ideal, pero lo di todo y eso ha madurado mi carácter”, explicó el canadiense.

Stroll se puso a los mandos del Force India durante la primera jornada de test postemporada en Abu Dhabi y volverá a subirse al vehículo para el segundo día. Aunque todavía falta la confirmación oficial, se da por hecho que formará parte de la alineación del equipo con sede en Silverstone desde que fue rescatado durante el verano por un consorcio liderado por su padre Lawrence.