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Para estas 24 Horas de Le Mans tan especiales, las de su centenario nada menos, Porsche y su socio Penske Motorsport acudían con una cierta dosis de optimismo. Con sus 19 triunfos absolutos la firma de Stuttgart es la emperatriz suprema en La Sarthe, y el actual 963, si bien en las pruebas europeas previas se había mostrado algo discreto, en las del IMSA había dejado buenos destellos de competitividad.
A ello había que unir su buen plantel de pilotos y lo relativamente airosos que salieron del repentino cambio de lastres a pocos días de la carrera, recibiendo tan sólo 3 kg de penalización por los 37 del dominador Toyota. Pero, aun con todo esto, Le Mans hace siempre sus propias cuentas y en esta ocasión no coincidieron en absoluto con las de Porsche.
Uno a uno, sus tres LMDh oficiales fueron sufriendo diferentes percances y averías que los mandaron al retiro o a lo más profundo de la clasificación, quedando como mejor colocado el número 5 que, pilotado por Dane Cameron, Frédéric Makowiecki y Michael Christensen, finalizó la carrera en novena posición.
Evidentemente este resultado, en lo deportivo, es claramente insuficiente para quienes históricamente son los dominadores de La Sarthe. Sin embargo, desde otro punto de vista su sufrida participación tiene un buen consuelo en la forma de la donación que han realizado como parte de su iniciativa 'Racing for Charity': nada menos que 911.000 euros en beneficio de la infancia.
La recompensa más reconfortante
Tal y como contamos semanas antes de Le Mans, Porsche se había propuesto realizar el mayor número posible de vueltas con sus tres coches durante la carrera. Y es que por cada vuelta efectuada la marca alemana donaría 750 euros a diferentes instituciones comprometidas con la salud infantil.
Entre las beneficiadas figuran Kinderherzen retten e Interplast Germany. La primera se enfoca a la atención de niños con problemas cardíacos mientras la segunda ayuda a aquellos que precisan cirugía plástica.
Con sus dispares destinos, los tres 963 acumularon durante la carrera un total de 733 vueltas al trazado francés. Basándose en este dato el equipo debía donar una cantidad aproximada de 549.750 euros, algo alejada de los 855.000 euros que hubieran conseguido teóricamente si todos sus coches hubieran visto la bandera a cuadros.
No obstante, y en un gran acto de generosidad, Porsche ha elevado la cifra de la donación hasta los 911.000 euros. Esta cantidad se entregará en breve a las organizaciones, recibiendo Kinderherzen retten e Interplast Germany sendas partes de 350.000 euros cada una. Los 211.000 euros restantes se destinarán a la Fundación Ferry Porsche, con el propósito de emplearlos para financiar más acciones benéficas dentro de la misma línea.
Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.
