Parece que todos los astros se han juntado para que no se pueda dar por cerrada la parrilla de MotoGP para el curso de 2020. Después del lío de Zarco, el adiós de Karel Abraham, la retirada de Jorge Lorenzo, ahora hay que añadir a la lista de bajas a Andrea Iannone que ha dado positivo en un test antidopaje de la Federación mundial de motociclismo (FIM) y ha sido suspendido.
El test se realizó durante el GP de Sepang y los análisis realizados en los laboratorios de Alemania muestran un resultado positivo de substancias no permitidas por la federación y que le dejan en suspensión indefinida de su licencia para competir de forma provisional. Aunque el piloto puede presentar un recurso, lo cierto es que Aprilia va a tener que moverse, y rápido, para cubrirse las espaldas y no quedarse con un solo piloto para la próxima temporada.
Las quinielas están a favor de Bradley Smith. El piloto británico ejerce actualmente de piloto probador para la marca italiana y ya probó la nueva Aprilia en los test de Valencia del pasado mes de noviembre, pero aún no hay decisión en firme de Aprilia, puesto que, aunque la opción de Smith va ganando enteros, los dirigentes van a sondear un poco el mercado y van a sopesar sus opciones.
Cabe destacar que no saltaba un escándalo relativo en el dopaje en el mundial desde que lo hiciera Anthony West en 2012, cuando el piloto australiano competía en la categoría intermedia de Moto2 y también dio positivo del test antidopaje. Así pues, siete años más tarde, vuelven a saltar a la luz los entresijos de algo que normalmente no se ve y que, bajo ningún concepto forma parte de la competición ni del deporte.
