Hace sólo un año, si hubiera recomendado a alguien comprarse un SUV gasolina, me habría tachado de 'loco'. Hoy, descubrimos cómo el mercado del automóvil mundial gira alarmantemente hacia este combustible frente al vilipendiado gasóleo. Como muestra basta mirar las estadísticas de ventas de 2010 en España, cuando se vendían sólo un 29% de coches gasolina frente a un 71% de Diesel y compararla con lo que ocurre hoy, con la gasolina subiendo en cuota de mercado hacia el 40% de forma imparable.

Eso sí, antes de echarles un vistazo a estos Hyundai Tucson 1.6 GDI y Nissan Qashqai DIG-T 115 conviene tener claro elementos como el kilometraje anual que vamos a recorrer, pues por encima de 30.000 kilómetros el gasóleo sigue saliendo más a cuenta. Tampoco olvidemos que las averías tienen una preocupante frecuencia a ser más caras y habituales en los motores turbodiésel, mientras que los valores futuros de reventa cada vez está mas cerca. Frente a esta situación y las más que posibles limitaciones de circulación a los automóviles de gasóleo por motivos contaminantes, los marcas afinan su oferta gasolina con bloques de baja cilindrada y potencia, que ofrecen unos consumos muy comedidos y un rendimiento acorde con la utilización actual que hacemos de los coches.

Es el caso del nuevo Tucson y del mítico Qashqai, dos modelos que cuentan con unas variantes de acceso a la gama gasolina muy económicas y con un rendimiento excepcional y que además nos permiten ahorrarnos en la compra unos 2.000 euros frente a sus equivalentes TDI, un dinero con el que podremos pagar combustible muchos años…

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MODELOS DE ÚLTIMA HORNADA

Pese a la mayor veteranía de Qashqai en el mercado –llegó en 2014–, podemos considerar a ambos como vehículos de última generación tanto en materia mecánica como en bajo consumo. El Nissan ofrece una orientación algo más off road, como podemos comprobar en un puesto de conducción más elevado y ligeramente más erguido que en el Hyundai, a bordo del cual parece como si estuviéramos sentados en un compacto, aunque más altos. En materia de acabados el Hyundai está un paso por delante, con una calidad general y unos remates muy elaborados e incluso con un punto más de refinamiento que la mayor parte de los modelos generalistas del momento.

Basta llegar a carretera para descubrir que ambos son unos rodadores excelentes, unos perfectos compañeros de viaje en familia. El Nissan ofrece un tarado de suspensión más blando, lo que favorece la comodidad pero penaliza ligeramente la precisión en conducción 'ligera'. En estas circunstancias salen a relucir las ayudas dinámicas con las que cuenta toda la gama Qashqai, primero un sistema anticabeceo que estabiliza la carrocería al paso por curva actuando sobre frenos y amortiguación y segundo un automatismo que frena ligeramente las ruedas interiores en pleno viraje para incrementar la precisión de la trazada. Todo ello se combina con un sencillo tren trasero semi-independiente que cumple a la perfección dada la potencia del conjunto, frente al independiente del Tucson. En el caso de que estas ayudas no sean suficientes, contamos con un control de estabilidad de acción muy sutil pero que coloca la carrocería al menor desliz.

En el Tucson encontramos más agilidad, con un tacto de dirección y dinámico en general más deportivo
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Eso sí, cuando las curvas se cierran la altura de la carrocería impone su ley y se producen las inevitables inclinaciones y rebotes de suspensión que en ningún caso son un problema. El Nissan, en cambio, logra salvar la diferencia de potencia gracias a la sobrealimentación del motor. De hecho, basta mirar las prestaciones para darse cuenta de que el turbo le permite acelerar mejor e incluso tener algo más de velocidad punta. El Tucson apuesta por un bloque multiválvula gasolina de última generación con inyección directa y distribución variable que responde a lo previsible, muy flojo en la entrega de potencia en bajas, se vuelve brillante entre las 3.000 y las 5.500 revoluciones, requiriendo siempre de un uso intensivo de la precisa y agradable caja de cambios.

Mientras, el motor del Qashqai es menos potente pero más funcional en su funcionamiento gracias al turbo, que nos permite una utilización más homogénea entre las 2.500 vueltas y las 6.000, aunque también requiere del cambio si queremos mantener un empuje constante.

Precio, equipamiento y ficha técnica del Hyundai Tucson 1.6 GDI

Precio, equipamiento y ficha técnica del Nissan Qashqai DIG-T 115

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