El Hyundai Ioniq llegó a nuestro mercado en 2016 y no ha tardado en convertirse en uno de los coches electrificados más relevantes a nivel mundial. Desde su lanzamiento, ha contado con variantes 100% eléctricas, híbridas e híbridas enchufables.
Ahora, este sedán ecológico se ha sometido a un restyling profundo, que afecta tanto a la estética como a la mecánica de un coche muy importante para la marca, que le ha ayudado a alcanzar ya la cifra de 600.000 unidades electrificadas vendidas en el mundo. Una cota que promete dispararse cuando en 2025 el 100% de su gama de modelos cuente con opciones electrificadas.
En materia estética, el Ioniq estrena nueva imagen en sus tres versiones. En el caso de la eléctrica cuenta ahora con una parrilla frontal activa de inédita silueta así como faros rediseñados con tecnología full led y llantas diferenciadas. En el caso de los híbridos estrenan también calandra, aunque en este caso de tipo rejilla 3D, así como faros delanteros y traseros y llantas. La gama de colores crece hasta nueve opciones con la incorporación de cuatro nuevas tonalidades.
En el interior los cambios son aún mayores, con un nuevo salpicadero en el que destaca la inédita pantalla de 10,25 pulgadas de diagonal así como el cuadro 100% digital con pantalla TFT de siete pulgadas. La mejora de materiales de acabado es muy importante, con una apariencia muy agradable y un diseño elaborado y de utilización muy amigable que incrementa la sensación de sofisticación.
De hecho, incorpora el nuevo multimedia BlueLink que mejora la conectividad con cualquier móvil a la vez que incorpora un reconocimiento por voz que admite órdenes naturales, y no comandos prefijados. La palanca de cambios de los híbridos se sustituye en el eléctrico por una botonera, un conjunto muy agradable y cómodo por sus generosas cotas.
Buenas cifras
En materia mecánica la variante 100% eléctrica cuenta con una batería que es un 35% más potente, lo que nos permite alcanzar los 311 kilómetros de autonomía y eso que ahora tenemos un motor más potente que genera 136 caballos de potencia. Además cuenta con un sistema de recarga más rápido que permite alcanzar el 80% de la capacidad de las baterías en 6,5 horas, y en solo 57 minutos en un punto rápido.
En paralelo incorpora también la función one pedal que se activa manteniendo pulsada la leva izquierda, de forma que podemos acelerar y frenar con un solo pedal. También dispone de cuatro grados de retención seleccionares también con las levas para incrementar el grado de regeneración de la batería. Cuenta además con los sistemas Coasting Guide y ECO Das, que cruza la información de viaje con el mapa de navegación para avisarnos sobre la orografía que nos espera y poder así reservar carga de batería para acometer ascensos con menor consumo térmico o anticipar maniobras y frenadas bruscas.
Las dos opciones híbridas mantienen el bloque gasolina de 105 caballos, con un motor secundario eléctrico de 43,5 caballos en el no enchufable y de 60,5 en el enchufable, aunque en ambos casos la potencia final es de 141 caballos. El principal secreto de su excelente comportamiento reside en el cambio de marchas de tipo doble embrague con seis velocidades, que simula a la perfección el tipo de conducción de un coche térmico, sin el típico resbalamiento de potencia que ocurre en los híbridos de variador continuo, que parecen hacer mucho ruido pero no ‘andar’ nunca.
En marcha
Al volante, las sensaciones apenas varían respecto a su predecesor. Se trata de un vehículo cómodo y destinado a una utilización rutera, aunque el hecho de contar con un modo Sport y otro ECO en todos los casos le aporta un plus de polivalencia. El híbrido destaca por una conducción que trasmite un elevado grado de confianza, con un empuje gradual y contundente en cualquier situación y un tren delantero muy aplomado que permite una conducción firme y precisa incluso en tratados de montaña, contando con el plus de empuje que da el motor eléctrico en cualquier circunstancia.
En modo eléctrico la variante enchufable alcanza los 52 kilómetros de autonomía, siempre con un tacto ligeramente amortiguado, como es habitual en los eléctricos, aunque de aceleraciones contundentes.
Echa cuentas
El Hyundai Ioniq tiene un precio de partida de 27.045 euros en su variante híbrida convencional que son 33.425 en el caso del enchufable y 38.575 para el 100% eléctrico; siempre con un elevado nivel de equipamiento y un descuento que ronda los 4.200 euros en todos los casos.
Hyundai ofrece ya en España cinco variantes de tecnologías electrificadas en sus distintos modelos: mild Hybrid, híbridos, híbridos enchufables, 100% eléctricos y pila de combustible. Un mercado el de los eléctricos que crece en lo que va de año casi un 31% en volumen de matriculaciones en nuestro país.
