El juego de las perspectivas funciona especialmente bien con el coche que analizamos hoy, un Mini visto desde todos los ángulos que, a medida que te vas acercando a él, te parece cada vez más y más grande. El trabajo de los diseñadores en este sentido, es cuanto menos elogiable y en el caso del John Cooper Works Countryman, resulta espectacular. Estamos ante un coche llamativo para los más ajenos a la saga Mini y capaz de levantar pasiones entre los más admiradores del icono británico.

En su segunda generación, este Countryman lleva vigente desde 2017 y supuso toda una revolución frente a la primera, de 2010 que ahora se asemeja más al Mini de 5 puertas actual que al modelo que analizamos hoy; un SUV con medidas más que apropiadas para un uso polivalente. Alcanza los 4,30 metros de largo, 1,82 de ancho y 1,56 de alto, cotas a las que se une un chasis con una distancia entre ejes generosa, 2,67 metros.

Un Mini con esteroides

En cuanto al kit estético del John Cooper Works, destaca la decoración bicolor Rebel Green y Chili Red, la doble salida de escape cromada, las barras longitudinales del techo negras y numerosos acentos en rojo como los de la parrilla frontal, las branquias laterales o los discos de freno que por cierto, incluyen un logotipo John Cooper Works omnipresente. Está en el frontal, en la trasera, en la línea lateral y hasta en las llantas que, en el caso de nuestra unidad de pruebas, eran las opcionales 19 pulgadas con neumáticos 225/45, en lugar de los 225/50 R18 que vienen de serie.

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Diego Rueda//Car and Driver
mini jcw countryman logotipo branquias laterales
Diego Rueda//Car and Driver

Ya en el interior, la tapicería negra que mezcla cuero y Alcantara, combina a la perfección con algunos pespuntes e inserciones en rojo, realizadas sobre varios detalles del salpicadero y la consola central, aunque como veremos a continuación toda esta dotación tampoco es de serie. Sí los son unos fantásticos asientos deportivos, envolventes y con gran sujeción lateral, el pedalier de aluminio y el volante multifunción de aro grueso.

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Diego Rueda//Car and Driver

Más práctico de lo que crees

Detrás, el hueco que nos concede la puerta resulta bastante generoso para un modelo que encuadramos en el llamado segmento B-SUV. Resulta más fácil entrar y salir de este Mini o atender a los niños que puedan viajar en las plazas traseras, que hacerlo en un DS 3 Crossback o un Mazda CX-3, por ejemplo. Una vez dentro, también nos encontramos con un espacio apropiado (superior al de las alternativas citadas) sobre todo para las piernas y la cabeza, y eso que nuestra unidad de pruebas incluía un techo panorámico que restaba unos centímetros a esta cota.

La posibilidad de contar con un respaldo regulable en tres posiciones y una banqueta deslizable longitudinalmente –hasta en 13 centímetros–, son las principales ventajas de estas plazas traseras del Mini Countryman JCW, pero también valoramos positivamente las tomas de ventilación, la iluminación, los asideros y las entradas auxiliares de tipo USB C.

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Diego Rueda//Car and Driver

Los inconvenientes se aprecian mejor desde una la plaza central más pequeña, con una banqueta más elevada y rígida en esta zona y que nos deja en las tomas de ventilación muy abajo. Además, la anchura para tres adultos resulta demasiado justa y también para que alguien viaje con dos dispositivos de retención infantil a los lados. El reposabrazos, por cierto, también brilla por su ausencia aunque es algo que podemos añadir como opción.

Solo la anchura atrás se antoja mejorable, las demás cotas interiores del Countryman cumplen

El maletero, en cambio, es de los que dan mucho de sí. Accedemos a él mediante un portón de apertura automática y nos recibe un cofre de formas y proporciones muy regulares, que alcanza los 450 litros de capacidad mínima y que presenta un doble fondo muy práctico, pues incluye un sistema que permite fijarlo o retirarlo de forma sencilla. Igualmente útiles para el día a día son los sistemas de sujeción que ofrece: una red lateral, una cinta o ganchos para las bolsas, además de una toma de corriente situada a la derecha. Solo echamos en falta un sistema para abatir los asientos traseros desde esta posición, pero cuando lo hacemos de la manera tradicional –desde las propias plazas traseras– nos encontramos con un volumen total generoso: 1.390 litros.

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Diego Rueda//Car and Driver

Bien equipado… a base de extras

El equipamiento del Jonh Cooper Works Countryman puede ser extenso, pero siempre que estemos dispuestos a invertir una buena cantidad de dinero extra tanto para hacerlo más vistoso, como más completo y seguro. Por ejemplo, el reposabrazos central que echaba de menos en las plazas traseras está disponible por 250 euros, el techo acristalado doble con el que sí contaba nuestra unidad y que es practicable en su parte delantera, cuesta 1.000 euros, las citadas barras del techo negras 500, y la decoración interior en Piano Black y rojo 300 euros más…

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Diego Rueda//Car and Driver

Así no es de extrañar que por paquetes de seguridad tan interesantes como el Driving Assistant Plus con control de velocidad crucero adaptatativo y alerta de colisión frontal, sea necesario añadir otros 1000 euros al precio final de un coche que ya de por sí, es cualquier cosa menos barato. Al menos, ¿será uno de esos coches que merece la pena conducir?

Un Mini entre dos mundos

Transformar un utilitario de estética retro en un vehículo mucho más grande y hacerlo de forma que conserve a la perfección su ADN estético –como dicen ahora los diseñadores– es algo que obviamente tiene sus ventajas y es que como hemos comentado, lo reconoces al primer vistazo y además, te permite incluir un interior amplio de verdad. Eso sí, también plantea algunos inconvenientes como los que descubres nada más ponerte al volante. La aerodinámica de este Mini Countryman no es la más eficiente y eso se traduce en ciertos ruidos que se cuelan en el interior, sobre todo a la altura de los espejos retrovisores y por supuesto, una parrilla delantera tan amplia y vertical, tampoco ayuda a reducir el consumo en los trayectos más largos. No tardas en descubrir que la autopista no es el hábitat natural de un coche que hemos manejado muy bien en ciudad y con el que estábamos deseando llegar a carreteras de montaña.

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Diego Rueda//Car and Driver

En carretera convencional nuestro Countryman demuestra que la etiqueta JCW no se la han regalado. Los ingenieros han conseguido camuflar de forma brillante sus 1.675 kilos de peso a base de incluir elementos técnicos derivados de los BMW más rápidos de este segmento, tales como el BMW M135i o el BMW X2 M35i. Así, electrónica permite elegir entre los modos Normal, Green y Sport y en este último, la suspensión adapta el tarado de los amortiguadores para sujetar la carrocería con total firmeza, incluso en las curvas más lentas. La dirección gana precisión y permite un guiado exquisito y los frenos son igualmente dosificables, de modo que estamos ante una máquina precisa, rápida y que en todo momento resulta fácil de conducir.

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Diego Rueda//Car and Driver

Es cierto que no alcanza el nivel de agilidad o diversión de un Mini JCW normal, pero a cambio da mucha más confianza en el paso por curva y sigue siendo efectivo. A este efecto, contribuyen decisivamente el sistema de tracción total conectable ALL4 de la casa, pero sobre todo el diferencial electrónico autoblocante delantero, siempre dispuesto a corregir los excesos que podamos realizar con el acelerador en las curvas más cerradas. En un coche con una tendencia natural al subviraje como éste, siempre es un seguro.

En carretera, este Countryman demuestra que la etiqueta JCW no se la han regalado

Pero lo más estimulante de todo es apurar la gama de revoluciones que ofrece su propulsor, el 2.0 Twin Power Turbo 'pata negra' de la casa, que desarrolla 306 caballos a 6.250 revoluciones y que entrega un par máximo de 450 Nm desde las 1.750 vueltas y hasta las 4.500. La sensación de empuje es constante e intensa en todo momento y la estirada final satisface todavía más porque suena fenomenal. ¿Las prestaciones? Unas te gustarán más que otras…

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Diego Rueda//Car and Driver

Las cifras oficiales confirman las elevadas prestaciones de nuestro súper maxi Mini. Capaz de alcanzar los 100 km/h en solo 5,1 segundos y los 250 km/h de velocidad máxima autolimitada. Es decir, en aceleración es solo 3 décimas más lento que el BMW M135i, el compacto más deportivo de la marca hasta la fecha, y su punta es exactamente la misma. La contrapartida, como no podía ser de otra forma, la encontramos en el consumo pues lastrado por su peso y aerodinámica, declara 7,7 litros a los 100 kilómetros en ciclo WLP, si bien en uso real, lo más habitual es no bajar de los 8 litros y medio y eso siempre que no abuses del acelerador. Es un consumo elevado, sí, pero ojo porque los otros SUV con 300 CV y tracción total que nos hemos encontrado a la venta, gastan tanto o más que este Countryman y no son mucho más rápidos.

Después de todo…

El grupo BMW ha ido introduciendo órganos mecánicos y tecnológicos cada vez de mayor nivel en sus Mini hasta llegar a este Countryman John Cooper Works que definitivamente, es un vehículo tan completo y sofisticado como nunca pudieron imaginar sus ancestros. Lo mejor de todo, es que sigue siendo principalmente lo que parece, un coche divertido en todos los sentidos, aunque ahora tenga un comportamiento más seguro y previsible en carretera y consienta un uso mucho más práctico para el día a día.

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Diego Rueda//Car and Driver

Hay pocos SUV de enfoque urbano que consientan un uso familiar y que sean tan rápidos y emocionantes en carretera, ¡pero vaya si los hay! Por ejemplo, los Volkswagen T-Roc R, Audi SQ2 o el propio BMW X2 M35i –este último con mecánica idéntica–, son perfectas alternativas a este Mini que cuesta 52.000 euros (precio base) aunque a base extras puede superar los 57.000. Curiosamente, sus rivales no son más baratos y frente a éstos, además de una estética más genuina, el Countryman JCW aporta un extra de habitabilidad y maletero a tener en cuenta.

A favor: Estética genuina. Comportamiento dinámico. Prestaciones. Maletero y habitabilidad.
En contra: Algunos ruidos aerodinámicos. Plaza central trasera. Consumo. Precio con extras incluidos.