Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen se tocaron en la primera curva en la carrera del Gran Premio de Alemania y el piloto alemán culpó al de Red Bull, Daniil Kvyat, de empujarle hacia su compañero de equipo, Raikkonen. El tetracampeón pudo continuar, pero descendió al octavo puesto, mientras que Raikkonen perdió su alerón delantero y se vio obligado a entrar en boxes. Finalmente terminaron en la segunda y la quinta plaza, en una carrera dominada por el W07 de Nico Rosberg.

Aunque Rosberg fue capaz de ampliar su ventaja a lo largo del GP, Maurizio Arrivabene ha insistido que Ferrari podría haberle amenazado en una lucha directa. "Hemos tenido mucha mala suerte y por supuesto, es frustrante cuando estas cosas suceden. Pero tenemos que seguir adelante y tarde o temprano, espero que pronto, el primer puesto en el podio vendrá, porque el coche en realidad es bueno. Hemos demostrado que el monoplaza era fuerte y la estrategia perfecta. Pasamos página y miramos hacia el futuro, somos más positivos, pero sin rendirnos. Tenemos que seguir", ha declarado Arrivabene.

Marchionne estuvo presente en una carrera por primera vez en esta temporada, en China y Arrivabene ha admitido que su presidente se mostró decepcionado con el resultado. "Él sabe que las carreras de coches son así, pero por supuesto, no estaba contento, no estaba feliz", ha apuntado Arrivabene.

"Vio la carrera y las circunstancias. Se pueden decir muchas cosas, pero no hay nada que puedas hacer. Cuando las cosas suceden hay que aceptarlas, pero por supuesto, no es para estar contento. Si él hubiera estado satisfecho me preguntaría a mí mismo: '¿Es éste un verdadero presidente o qué?'", ha finalizado Arrivabene.