El circuito de Singapur presenta leves cambios con respecto a la edición 2017. Para este fin de semana, el trazado que transcurre por Marina Bay contará con dos metros menos de longitud debido a los ajustes realizados en un par de curvas de la pista.

Las curvas 16 y 17, donde Nelson Piquet protagonizó el famoso ‘crashgate’ en 2008, se han realineado para esta edición del Gran Premio. De ese modo, el circuito ha disminuido su longitud de 5,065 km a 5,063 km. La distancia de carrera es ahora de 308,706 km. Además de los cambios en las curvas, el circuito ha sido reasfaltado en algunas zonas, concretamente en las curva 5, 7, 15, 17 y 23.

El circuito de marina Bay es uno de los más exigentes de toda la temporada. Además de sus características técnicas, en el que se intercarlan rectas con numerosas curvas de 90 grados, la humedad y el calor son los principales rivales de los pilotos.

La reducción de metros es ínfima y no repercutirá en nada en lo referente al desgaste físico. Los pilotos se han entrenado a conciencia para uno de los mayores retos del año. Solo falta conocer al ganador de la edición 2018.