La jornada terminó en los despachos de los comisarios para el equipo Haas. No porque hubieran sido llamados a declarar, sino porque buscaban una aclaración sobre las decisiones tomadas en la última carrera.
A juicio del máximo responsable de Haas, Max Verstappen hizo una maniobra sancionable cuando cerca del final de carrera, el piloto neerlandés adelantó a Kevin Magnussen para seguidamente ponerse por delante y frenar para tomar la curva. El danés quizás no se esperaba que Max se pusiera por delante, y cuando fue a frenar se encontró un obstáculo por lo que tuvo que soltar frenos, girar el volante e irse largo por la escapatoria.
A pesar de que Magnussen no perdió terreno con la maniobra ni había existido contacto, a causa de las quejas de Magnussen a través de la radio, dirección de carrera inició una investigación que acabó rápidamente sin sanción. El equipo Haas, que ansiaba la última posición con derecho a puntos, lo entendió de otra manera, motivo por el que creyó conveniente que, delante del piloto afectado, los comisarios dieran explicaciones.
“Verstappen no tenía razones para hacerlo. Nosotros sabíamos que no teníamos la velocidad suficiente, sabíamos que nos iba a adelantar. Pero cuando no se obtiene sanción por esto, ¿qué está permitido y qué no?” afirmaba Steiner a la prensa danesa.
“Fue una buena conversación. Hablamos de lo ocurrido, pero también del resto de castigos, y parece que Haas es víctima de estas discrepancias. Tenemos dificultades con la inconsistencia de los comisarios. Simplemente no los entiendo.”
“Cada vez que estamos en una investigación, la sanción nunca va a nuestro favor. Me aseguran que no es así, pero yo estoy seguro. Sé que es difícil, pero debes tratar a todos por igual, sin importar quién seas o qué coche lleves”, sentenció Günther para ekstrabladet.
Por otra parte, Steiner no habló de cuando unas vueltas antes Grosjean sí propinó un visible golpe al Red Bull de Max Verstappen, que lejos de disculparse, incluso echó la culpa al piloto neerlandés.
