El ritmo tan alto que imponen los Red Bull en carrera parece más evidente a estas alturas de la temporada. Por este motivo los equipos y los pilotos no contemplan la posibilidad de hacerles frente en condiciones normales y no albergan muchas esperanzas de luchar por la primera posición en las carreras.

Este es el caso de Lewis Hamilton, quién ha afirmado que el equipo no tenía posibilidades de ganar ninguna carrera más en 2013: "No", contestó con rotundidad a Autosport. "Hemos dejado de desarrollar el coche y Red Bull está muy adelantado".

Además de esto, el inglés considera que Sebastian Vettel puede terminar el campeonato ganado las cuatro últimas carreras, acumulando así nueve consecutivas: "Si no tiene ningún problema de fiabilidad, lo más probable es que lo haga. Estoy dispuesto a apostar por ello. ¿Por qué no?. Está yendo hacia ello", confesó.

Sin embargo, las cosas son muy distintas por detrás de Red Bull. En la clasificación de constructores se libra una de las batallas más igualadas: Mercedes, Lotus y Ferrari luchan por la segunda posición en el mundial de constructores, que actualmente ocupa Ferrari, y Hamilton está dispuesto a pelear por la victoria de su equipo.

"Esto no va a pasar", respondió el inglés cuando se le preguntó por sus posibilidades de victoria. "Pero podemos conseguir algunos puntos muy sustanciosos y cuento con que volvamos alguna vez al podio".

Así, Hamilton está convencido de las posibilidades que tiene su equipo de quedar a la cabeza en esa batalla, ya que cree que a pesar de la nefasta carrera de Japón, podrían haber obtenido un buen resultado.

"Los Lotus han acelerado su ritmo, pero sentí que tuvimos la oportunidad de luchar por el podio. Estoy hecho polvo por los chicos, porque están haciendo un trabajo genial, pero las cosas no están saliendo como queremos. No parece que tengamos suerte que nos empuje. Espero que podamos dejar fuera la mala suerte ahora y no tenerla al año que viene", concluyó.