Max Verstappen ha demostrado que es un jugador de equipo al dejar pasar a su compañero, Daniel Ricciardo, en la carrera del Gran Premio de Alemania, de acuerdo con su jefe, Christian Horner. Ambos pilotos realizaron buenas salidas y adelantaron al hombre de la Pole, Nico Rosberg. El piloto nacido en Bélgica fue por el exterior en la primera curva para ponerse segundo.

En sus tercer stint, Verstappen, con neumáticos blandos, dejó pasar a Ricciardo, que iba en superblandos para posicionarse por delante de Rosberg. Al alemán aún le quedaba cumplir con una penalización por su maniobra de adelantamiento sobre Max. El trabajo en equipo valió la pena, ya que ambos pasaron al de Mercedes en la última ronda de paradas y subieron al podio.

Ha demostrado, sin duda, que es un jugador de equipo. Ambos tuvieron buenas salidas, Max por el exterior y Daniel le dio suficiente espacio para trabajar, que es lo que les pedí en la reunión del domingo por la mañana. Llevaron a cabo diferentes estrategias. Le pusimos los superblandos a Max en la primera parada para intentar cubrirnos de Rosberg y optamos por un camino diferente con Daniel, pues le pusimos el blando. Después de que Rosberg cumpliera con su penalización, el objetivo era asegurarnos de que poníamos a ambos pilotos por delante. Daniel tenía un neumático más rápido y alcanzó muy rápido a Max. Le pedimos que le dejara pasar rápido en lugar de que perdieran tiempo de lucha el uno con el otro, para asegurarnos de que ambos podían quedar por delante de Rosberg con su penalización de cinco segundos. Max hizo eso inmediatamente y el domingo fue el resultado de un gran trabajo en equipo entre todos, incluidos los pilotos”, ha apuntado Horner.

Con este doble podio, Red Bull se coloca por delante de Ferrari en el Campeonato de Constructores. Desde que se han convertido en compañeros de equipo el Gran Premio de España, el pasado mes de mayo, Ricciardo ha acabado por delante en cuatro de las siete carreras disputadas.

La relación es muy saludable y hay gran respeto entre los dos. Aunque sean compañeros de equipo, parece que se caen bien y que quieren cosas similares del coche y más allá de eso, son muy rápidos. Hockenheim salió a favor de Daniel, Barcelona de Max, así es la temporada", ha añadido.

El hecho de que Verstappen obedeciera una orden de equipo el domingo, demostró su nivel de madurez. El año pasado, por ejemplo, en Singapur, no le quiso ceder la octava posición a Carlos Sainz, que tenía neumáticos más nuevos que él.

En Australia intercambió varios mensajes por la radio porque le molestó que Toro Rosso hiciese parar a Sainz primero a pesar de ser el segundo piloto en esos momentos. Pasó por boxes aunque el equipo no le esperaba y salió por detrás del español, antes de que ambos se tocaran. En Alemania, sin embargo, dio su posición sin discusión alguna, pero cuando le preguntaron si hubiera hecho lo mismo si lucharan por la victoria, echó balones fuera.

No lo sé porque no luchábamos por la primera posición. Es difícil de responder”, confesó en la conferencia de prensa posterior a la carrera. Parece que el joven de 18 años ha aprendido a seleccionar sus batallas.