Mucho se ha hablado este comienzo de temporada de Pascal Wehrlein. El piloto de la casa Mercedes se perdió parte de la pretemporada así como las dos primeras carreras del año aquejado de una lesión de espalda fruto de un accidente durante el show ‘Carrera de campeones’. Al alemán se le ha acusado de poco valiente así como de falta de profesionalidad al tiempo que defendían su decisión y hablaban de la importancia de estar completamente recuperado. Incluso se llegó a ver un trasfondo en el que Ferrari a través de Antonio Giovinazzi pujaba por quedarse el asiento del Sauber.
Sea como sea, Pascal Wehrlein confirmó su presencia en el Gran Premio de Bahréin en el que ha cuajado una más que positiva actuación. El alemán sorprendió a propios y extraños tras meterse en Q2 y además colocar el Sauber como motor Ferrari de 2016 en la decimotercera posición, incluso por delante del Force India de su más directo rival en la casa Mercedes, Esteban Ocon.
Y aunque la salida del Gran Premio no fue beneficiosa para Pascal, que descendió hasta el decimoctavo puesto, un buen ritmo de carrera y sobre todo una arriesgada estrategia (y algo de fortuna con el coche de seguridad) en la que el alemán completó 46 vueltas con los neumáticos blandos le permitió finalizar la prueba en undécima posición, rozando la posición de puntos que acabó ocupando Esteban Ocon y por delante de vehículos teóricamente más rápidos como el Toro Rosso de Daniil Kvyat o el Renault de Joylon Palmer.
Sin duda, un gran debut en Sauber para Pascal Wehrlein como así lo evidenciaba su gran sonrisa al término de la carrera.
