El Gran Premio de Azerbaiyán es una cita que parece traer buenos resultados a Racing Point, incluso después de su transformación posterior a la compra de la estructura por Lawrence Stroll. Hasta la pasada edición de la prueba, Sergio Pérez era el único piloto que había repetido podio en la corta historia de la prueba que se celebra en Bakú y la suerte les ha vuelto a sonreír esta temporada, aunque no fuera en forma de podio.

El principio de campaña de Racing Point no ha estado a las alturas de las expectativas, especialmente ahora que han superado los problemas financieros que afectaron gravemente a la escudería de Silverstone en años anteriores. El monoplaza de la estructura mostró un rendimiento que dejaba mucho que desear en comparación a varios de sus rivales de la zona media, pero en Bakú empezaron a ver la luz al final del túnel.

Pérez tuvo un buen ritmo desde los entrenamientos libres, unas sensaciones que se trasladaron a la clasificación cuando el mexicano consiguió el quinto mejor tiempo en la Q3, una posición en la parrilla que dio la oportunidad a Racing Point de sumar el primer buen puñado de puntos de la temporada justo antes del comienzo de la gira europea, momento en el que la escuadra suele resurgir.

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Gracias a una buena arrancada, Pérez consiguió adelantar a Max Verstappen para colocarse en cuarta posición. Aunque el neerlandés acabó arrebatándole la posición unas vueltas más tarde y eventualmente Charles Leclerc hizo lo propio, el mexicano pudo aguantar el ataque de los McLaren a lo largo de la carrera para finalizar en sexta posición, siendo el primero de la zona media por delante de los dos monoplazas del equipo de Woking.

No solo Pérez tuvo una buena carrera en Bakú, pues Lance Stroll también logró un buen resultado para Racing Point. A pesar de que todavía no ha pasado de la Q1 esta temporada, el canadiense hizo un buen trabajo a lo largo de la carrera para terminar la prueba en novena posición, permitiendo al equipo de Silverstone conseguir sus primeros puntos dobles de la campaña.