La ausencia de Pascal Wehrlein en el Gran Premio de China ha avivado las especulaciones sobre la situación del piloto alemán. Su decisión ha causado cierto escepticismo y los más pesimistas indican que habría algo más aparte del estado físico del joven piloto de Mercedes. Monisha Kaltenborn desmintió cualquier tipo de conspiración y admitió que le cuesta entender la reacción que ha habido ante los problemas de Wehrlein.

“La situación es muy simple. Wehrlein tuvo el accidente y fue un impacto muy duro, sobre todo para su espalda. Tienes que tomarte en serio este tipo de cosas. Desde ese día tuvo instrucciones médicas muy claras para no entrenar demasiado. Nos sorprendió que tuviera aprobación médica para subirse al coche tan rápido, declaró la jefa de equipo de Sauber en China.

“No entiendo las críticas. Él quería estar ahí y entrenó duro. No puedes forzar las cosas. Cuando un piloto dice que no puede, no hay que tomar riesgos. Por eso no lo entiendo, particularmente porque conoces su personalidad y sabes lo ambicioso que es y los sueños que tiene. Es injusto comparar esta situación porque ha sufrido un impacto importante que ha comprimido sus vértebras. No puedes subestimar este tipo de cosas”, añadió.

Kaltenborn explicó que, aunque la adaptación del alemán al coche fue buena, no fue suficiente para que se sintiera preparado para completar un Gran Premio. “Fuimos paso a paso. Nunca estuvo un día completo de tests. Sabemos que aún tiene que ponerse en forma. En el segundo test o en Australia, se podía ver una gran diferencia física con respecto al principio. Pero alcanzar la forma física requiere tiempo. No podemos hacer milagros.