Sábado atípico para Carlos Sainz en el Gran Premio de Austria. El piloto español salió a pista con el único objetivo de ayudar a su compañero Lando Norris a alcanzar la posición más elevada. Aun así, cayó en Q2, al no utilizar los mapas de clasificación. El madrileño saldrá desde el fondo de la parrilla por su sanción por cambio de motor, por lo que en la jornada de hoy no se jugaba nada.

“Hoy ha sido un poco aburrido. Mañana será otro día, pero sábado así me ponen de muy mal humor”, explica.

De ese modo, reconoce que el principal objetivo era ayudar a Norris. Era el objetivo número 1. Ayudar a Lando con rebufos, mientras que nosotros nos hemos centrado todo el fin de semana para la carrera, ni siquiera hemos puesto los modos de clasificación par aguardarlos para otras carreras… un poco aburrido”, afirma.

No obstante, mañana es otro día, aunque Sainz reconoce que quizás no tenga un margen suficiente como para llegar a puntos. “De cara a mañana soy optimista pero soy un tío competitivo que no le apetece salir a pista solo por dar vueltas. No es que tengamos un segundo por vuelta, son dos décimas, que en este circuito igual ayudan a adelantar, pero tanto como para llegar. A puntos ya veremos…, concluye.