Evidentemente, todos los equipos de Fórmula 1 persiguen los mismos objetivos y con métodos similares, pero McLaren ha tomado algunas decisiones clave que en ocasiones han logrado distinguirles de la competencia directa, aunque no siempre triunfalmente, como ocurriera en 2003.

McLaren ha vuelto a dar un paso más allá y han preferido acometer reformas en profundidad para el MP4-28 de este Mundial 2013: un morro completamente nuevo y un esquema de suspensión delantera pull-rod, al más puro estilo del Ferrari F2012. Precisamente, los cambios en el frontal de los coches pueden modificar profundamente los flujos de aire hacia el tren trasero y, consecuentemente, la eficacia del conjunto del coche, carcterísticas beneficiosas para la nueva era Turbo.

Independientemente de la eficacia última del prototipo, que es demasiado pronto para juzgar, un cambio de la envergadura que contiene el MP4-28 necesita, como mínimo, más tiempo para entender su verdadero potencial que una 'simple' evolución del coche de 2012. Como ya explicara Jenson Button durante la pretemporada en Montmeló, hoy en Melbourne han admitido de nuevo las dificultades por las que atraviesan en el desarrollo del monoplaza. Pese a todo, se mantienen fieles al nuevo camino emprendido: "Probablemente, si nos hubiéramos quedado con los conceptos del coche del año pasado, tal vez hoy aquí fuéramos más fuertes, pero tomamos una decisión. Ahora trabajamos en esto y sabemos que este coche tiene más potencial que el del año pasado", ha declarado Martin Whitmarsh, jefe del equipo.

"El objetivo es desarrollar el monoplaza a lo largo de todo el año, de eso se trata hoy en día la Fórmula 1. Hay que tener en cuenta que la temporada es increíblemente larga y si vas a ganar carreras y campeonatos tienes que poder desarrollar el coche durante todo el año".

La situación actual de McLaren cuenta con antecedentes históricos. En 1988, la escudería de Woking y su motorista Honda decidieron crear un proyecto completamente nuevo para afrontar una temporada de transición entre la era turbo y la posterior época atmosférica, cuando otros competidores simplemente limitaron la presión de los compresores –que descendía por normativa– y evolucionaron los chasis de la campaña anterior. Su inversión fue netamente la mayor de la parrilla, pero los resultados deportivos superaron los riesgos con creces: Ayrton Senna y Alain Prost se repartieron 15 de las 16 victorias posibles de aquella temporada, y el McLaren MP4/4 de Gordon Murray ha pasado a la historia como un coche de culto y un ejemplo de cómo hacer bien las cosas.

McLaren quiso dar otro golpe de timón en 2003, después de dos temporadas decepcionantes que no habían dado continuidad a la racha ganadora de las flechas de plata con el bicampeonato mundial de Mika Hakkinen. La apuesta fue seria e innovadora, y se llamó MP4-18. Adrian Newey, Mike Coughlan y Neil Oatley llevaron al extremo conceptos aerodinámicos que hicieron palidecer a sus rivales: los pontones miniaturizados, un motor Mercedes de 920 caballos, el frontal de doble quilla… parecía la respuesta perfecta al Ferrari F2002 de Rory Byrne, pero la realidad borró de un plumazo todos los sueños de grandeza de Ron Dennis y el MP4-18 no pudo debutar nunca por un grave problema de refrigeración causado precisamente por ese tren trasero tan pequeño y revolucionario. La apuesta fue tan arriesgada que ni siquiera pudieron enmendar los problemas del coche durante la temporada y finalmente pospusieron su debut a la temporada siguiente, con la imprescindible remodelación y hasta con otro nombre, el MP4-19. De hecho, tuvieron que disputar toda la temporada 2003 con una evolución del coche que el año anterior ya consideraban obsoleto, el MP4-17D.

Este año, la Fórmula 1 también vive un proceso de transición, curiosamente en el sentido contrario de aquel 1988, esto es, de vuelta a los motores turbo. Como entonces, la mayoría de los equipos ha optado por presentar meras evoluciones de los coches que utilizaron en la campaña pasada, pero McLaren apuesta por un golpe de timón que todavía no saben dónde les conducirá.