El sueño del coche volador diseñado por Stefan Klein está resultando más difícil de materializar de lo que el eslovaco había imaginado. El AeroMovil 3.0 ha protagonizado un aparatoso accidente este fin de semana cuando su piloto, al poco tiempo de despegar, perdió el control del aparato por causas que se desconocen.
Afortunadamente, el vehículo no había abandonado la zona de seguridad prevista para el aterrizaje y despegue de modo que se precipitó en una explanada sin causar daño alguno. Su piloto, un co-fundador de la compañía, tuvo tiempo de activar el paracaídas del propio coche –pensado para no requerir asientos ejectables– pero la escasa altura que llevaba en ese momento hizo que no resultara del todo eficaz. La máquina presentó importantes desperfectos, pero eso sí, el piloto salió sano y salvo, tan sólo presentó algunas heridas leves.
La marca no ha tardado en reconocer que el accidente entra dentro de las posibilidades que pueden darse en esta fase de desarrollo, pero han prometido recoger la información necesaria para que los problemas registrados no vuelvan a producirse. Tal y como anticiparon el pasado mes de octubre en el 'Pioneers Festival' de Viena (Austria), su objetivo es lanzarlo al mercado dentro de dos años.
Recordemos que el AeroMobil 3.0 cuenta con dos alas plegables que se recogen en el centro de la carrocería para rodar por carretera y se abren para levantar el vuelo. Un motor Rotax 912 con 100 caballos de potencia, muy similar al de las motos de agua, se encarga de mover este vehículo, de sólo 450 kilos de peso. Su velocidad en carretera ronda los 160 km/h en carretera, pero en el aire puede superar los 690 kilómetros. En este vídeo puedes verlo en pleno vuelo.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
