El Mitsubishi Space Star es ahora un urbanita compacto que eso sí, mantiene las cinco puertas de la generación anterior y un espacio interior considerable. Mide sólo 3,71 metros de largo, más pequeño incluso que el Colt, el Mitsubishi más pequeño que dejó de venderse en 2012 y que medía 3,94 metros. Su silueta no es tan personal como lo han sido los modelos pequeños de la marca japonesa pero su estética parece diseñada para gustar a todo el mundo y no producir rechazo, aunque esconde una clara ventaja, una aerodinámica récord en su segmento que, junto con su ligereza de peso, tan sólo 845 kilogramos, contribuye a conseguir unos consumos muy ajustados.

En el interior se mantiene el diseño conservador, con materiales duros y poco vistosos, pero con un diseño correcto y una calidad de ajuste que parece pensada y realizada para durar. El espacio es correcto teniendo en cuenta su longitud y está homologado para cinco pasajeros, algo que no es tan habitual en este segmento, además de conseguir un maletero de 235 litros, en un término medio entre los modelos de su tamaño. La banqueta trasera es abatible en mitades asimétricas y cuenta con dos anclajes Isofix en las plazas exteriores. Las ventanillas traseras son descendentes, con elevalunas eléctricos en el más potente, un elemento ya casi olvidado en muchos de sus rivales actuales.

Sólo está a la venta con dos motores gasolina tricilíndricos y sin turbo, de 1.0 y 1.2 litros, con 71 y 80 caballos respectivamente, en los dos casos el cambio es manual de cinco velocidades. Hemos podido probar el motor más potente de 80 caballos y sorprende por la inmediatez de su respuesta, ágil y contundente, perfecto para moverse en ciudad, aunque en carretera a la hora de recuperar se nota que su potencia es limitada. Los dos propulsores cuentan con el sistema de parada y arranque automático en detenciones. En general, al menos el más potente, es un motor con una sonoridad bastante contenida, dada su arquitectura de tres cilindros, y sin apenas vibraciones, uno de los problemas de los motores tricilíndricos.

Es un vehículo pensado para moverse en ciudad, terreno en el que su motor y su rápida dirección, con sólo 9,2 metros de diámetro de giro, son dos aliados perfectos para maniobrar con facilidad. La suspensión tiene un reglaje cómodo que no llega a resultar excesivamente blando, sin excesivos balanceos de carrocería.

El equipamiento de serie es muy completo y de serie incluye seis airbags, control de estabilidad y tracción, aire acondicionado y hasta sensor de presión de los neumáticos en el acabado Challenge, el más básico y exclusivo del motor 1.0 litros. La terminación Motion, reservada al propulsor más potente, añade, climatizador, llantas de aleación de 15 pulgadas y limpiaparabrisas automático. La única opción es la pintura metalizada en color gris, ya que solo está disponible en otros tres colores y los precios son de 10.850 euros para el motor 1.0 litros y de 11.750 para el 1.2 de 80 caballos.

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