Los trillizos VW up!, Seat Mii y Skoda Citigo, los también trillizos Citroën C1, Peugeot 108 y Toyota Aygo y los gemelos Hyundai i10 y Kia Picanto, entre otros, temen la llegada del Renault Twingo, cuyo italianizado diseño y características técnicas van a dar mucho juego en las aburridas ciudades. Y es que con ese frontal que recuerda al del Fiat 500 y una trasera en la que hay reminiscencias claras del 5 Turbo (algo en lo que trabajó especialmente el equipo de diseño comandado por el holandés Laurens van den Acker) convierten de primeras a este mini 'culo gordo' en un coche atractivo. Y ya te adelantamos que es muy divertido de conducir...
Sólo con carrocería de cinco puertas, el Twingo de tercera generación apuesta más por el color que por la funcionalidad interior ya que, por ejemplo, se ha abandonado la banqueta trasera corrediza aunque, en su lugar, se ha añadido un hueco bajo el asiento igual de largo que el mismo para depositar objetos de grandes dimensiones, como un paraguas.
A pesar de que mide 3,59 metros de largo (10 centímetros menos), la batalla crece 12 centímetros hasta llegar a 2,49 metros; como curiosidad, el habitáculo es 23 centímetros más grande ya que, en esta ganancia de espacio, ha influido la colocación de las ruedas (casi en los extremos) y la luna frontal adelantada respecto a lo habitual, puesto que bajo el capó no está el motor, sino un compartimento donde rellenar los diversos líquidos del coche y al que se accede al igual que en un Smart, abriendo unas trampillas en la parrilla y tirando de unas palancas (una lástima que no se haya dejado sitio para un pequeño maletero para unas bolsas, al estilo de un Porsche). Y decimos que la operación de manipulación es idéntica a la de un Smart porque este Twingo es calcado al pequeñín de Mercedes, fruto del acuerdo de colaboración firmado entre Renault y Daimler. Seguro que ahora entiendes por qué el galo lleva el bloque detrás y opta por la propulsión. Esta configuración permite, por ejemplo, que las ruedas delanteras giren hasta un ángulo de 45º frente a los 30º anteriores, pero no todo es bonito ya que el gran perjudicado es el maletero: sólo cubica 188 litros, aunque se ganan 31 si los respaldos se mueven a una posición vertical (se hace con una pequeña cinta).
Las opciones mecánicas disponibles son dos gasolina, un SCe de 70 caballos y 999 centímetros cúbicos y un TCe de 898 centímetros cúbicos y 90 caballos. El primero de ellos es muy progresivo, menos ruidoso y con menos vibraciones que el TCe cuando cae de vueltas (algo que llega a resultar incómodo si los pasajeros van hablando). A pesar de ser atmosférico, las salidas desde parado hasta 50-60 kilómetros/hora las domina con maestría, mostrando mucha soltura y rapidez como lo haría un motero (máxima de 151 kilómetros/hora y 0 a 100 en 14,5 segundos). A partir de esa velocidad las cosas se 'complican' y tarda bastante en alcanzar la barrera de los 100 por hora aunque, una vez lograda, el Twingo demuestra una estabilidad propia de un utilitario. El de 90 caballos está pensado más para andar por carreteras que por ciudad, y eso que la quinta marcha de la caja de cambios la acepta a poco más de 50 por hora (10,8 segundos en el 0 a 100 y 165 kilómetros/hora de punta). En ambos el peso es inferior a los 1.000 kilogramos.
Independientemente por el que se opte, la dirección eléctrica es muy suave en la urbe, facilitando los giros en las calles o a la hora de estacionar y perdiendo algo de información en autopista y autovía. La suspensión, por su parte, es más dura de lo que cabría esperar y ayuda al equilibrio general percibido, algo que comprobamos incluso con fuertes rachas de viento lateral. En las glorietas y en las curvas más pronunciadas es donde sale a relucir el comportamiento de la propulsión y la menor masa que recae sobre el eje anterior hacen que disfrutemos de los giros con mayor alegría que con cualquiera de sus 'enemigos'.
El SCe de 70 caballos estará a la venta desde 11.700 euros con el acabado Intens (luz diurna, aire acondicionado, radio R&Go, ESP, cierre centralizado) y 12.600 euros para el Zen (aviso de salida de carril, limitador de velocidad, retrovisores exteriores eléctricos, llantas de aleación de 15 pulgadas). En el caso del TCe, sólo se venderá con la terminación Zen desde 13.500 euros. Como opcionales quedan los sensores de aparcamiento (425 euros), el climatizador (250 euros) o el paquete Sport (600 euros).
El R&Go, que acabamos de citar, es un dispositivo con un soporte integrado por el cual se conecta un teléfono móvil al vehículo y hace las funciones de centro multimedia a través de una aplicación gratuita descargable (incluye hasta mapas); gracias a este R&Go podemos ver el cuentarrevoluciones ya que se ha prescindido de él. Otra opción es montar el R-Link, integrado en el salpicadero en su versión mejorada frente a la que montan Clio o Captur (foto izquierda).
PLANES FUTUROS
Los responsables del proyecto Twingo nos confirmaron la llegada de una caja de cambios automática de doble embrague EDC para el TCe de 90 caballos, que se podrá adquirir a partir de 2015. Asimismo, está prevista la llegada de versiones deportivas, aunque no nos adelantaron ni la caballería, cuándo tendrá lugar el lanzamiento o la terminación elegida para denominarlas (se especula con RS y Gordini). Adicionalmente, la estructura del Twingo está pensada para que reciba un motor eléctrico, cuyas baterías irían a lo largo del suelo. Desde Renault se especificó que, aunque es viable, en principio no se va a comercializar ya que tienen un modelo destinado para el segmento, el Zoe, que sigue vigente con las campañas de descuento que tiene; además, por la entonación y la forma de responder del ingeniero, se dio a entender que el Smart Forfour sí que tendrá esta variante y no el Twingo.
