Sólo su nueva imagen ya dice que algo ha cambiado. El Panda 4x4 pasa a llamarse Climbing para diferenciarlo de su hermano gemelo, el Trekking, que lleva todos los aditamentos estéticos y la suspensión elevada pero sin tracción total.

Los dos tienen nuevos paragolpes, con apariencia más robusta y que hacen crecer la longitud total en tres centímetros, aletines en los pasos de rueda, unas defensas laterales en negro, llantas de aleación de 15 pulgadas con neumáticos M+S y suspensión elevada casi cinco centímetros, además de dos nuevos colores exteriores, verde y naranja. En el interior el Climbing 4x4 estrena un nuevo acabado en verde para la parte frontal del salpicadero y tapicerías que combinan tela y una lograda imitación de cuero.

La adopción del sistema de tracción total no ha hecho que pierda su funcionalidad interior, pues mantiene la banqueta trasera deslizante y abatible por mitades, con la misma capacidad de maletero y con rueda de repuesto, eso sí, de emergencia. El sistema 4x4 utiliza ahora un diferencial electrónico en el eje trasero que se encarga de mandar fuerza a las ruedas posteriores cuando es necesario.

La suspensión trasera sigue siendo semi-independiente de eje torsional, pero completamente rediseñada para dejar espacio al sistema de tracción total. El conjunto se completa con un interruptor situado en la consola central y que Fiat denomina ELD -Electronic Locking Differential- que actúa como una especie de bloqueo de diferencial y que sólo funciona por debajo de 50 km/h.

La adopción del sistema de tracción total no ha hecho que pierda su funcionalidad interior

Cuando se conecta hace que el reparto de fuerza entre los dos ejes sea más igualado y frena la rueda que pierde tracción. En el Trekking –que no tiene tracción 4x4- este interruptor se llama Traction + y lo que hace es modificar el control de estabilidad para ofrecer una mejor tracción en firmes resbaladizos.

El Panda Climbing está disponible con el motor gasolina bicilíndrico 0,9 TwinAir de 85 caballos y el 1.3 Multijet de 75 caballos. Con el primero la caja de cambios es de seis velocidades, con una primera más corta para ayudar a superar obstáculos más difíciles, muy útil en subidas pero que sigue siendo larga cuando se desciende una pendiente muy pronunciada, por lo que no hubiera estado mal complementarlo con un control de descensos. El Diesel lleva la caja de cinco relaciones con la primera también algo más corta que los modelos de tracción delantera, pero la diferencia es menos apreciable y en este caso el mayor par del propulsor de gasóleo ayuda en las zonas más difíciles para movernos a una velocidad inferior y con fuerza suficiente.

Ninguno de los dos propulsores es especialmente silencioso y el gasolina tiene un sonido bastante particular pero divertido, casi como si de una moto deportiva se tratara. El ajuste de todo el conjunto, suspensión y transmisión, está muy logrado. En carretera el Panda 4x4 mantiene su agilidad y no hay un mayor balanceo de la carrocería, a pesar de su altura libre aumentada, mientras que en pista es capaz de filtrar muy bien baches y piedras sin que llegue a hacer tope con facilidad, y siempre con este tacto ágil y divertido que ha caracterizado al Panda.

Los precios de tarifa del Panda Climbing 4x4 son 17.550 euros para el Diesel y 16.750 euros para el gasolina, aunque con las diferentes ofertas y promociones de Fiat sumadas al Plan PIVE se puede quedar en 10.500 euros. El Trekking cuesta unos 1.800 euros menos que el 4x4.


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