Una denominación poderosa, Mercedes S 500, que nos hace pensar en muchos caballos, pero con un 'apellido' que puede desorientar a más de uno Plug-in Hybrid. El primer híbrido enchufable de Mercedes recurre a un gasolina biturbo de 333 caballos y un motor eléctrico de 116 caballos que juntos ofrecen una potencia combinada de 442 caballos, con una aceleración de 5,2 segundos y un consumo homologado de 2,8 litros de gasolina. La ventaja está en sus baterías de 8,7 kilowatios que le permiten una autonomía de unos 33 kilómetros y con una velocidad máxima de 140 kilómetros/hora. Estas baterías se recargan enchufándolas a la red eléctrica mediante una conexión en la esquina trasera derecha del paragolpes. Necesita unas dos horas en una toma inteligente tipo wallbox o cuatro si es un enchufe doméstico.

En el interior no hay diferencias, tan sólo el interruptor que permite pasar de uno a otro de los cuatro modos de conducción que ofrece este sistema: Híbrido, combinando el funcionamiento de motor gasolina y eléctrico: E-Mode, exclusivamente eléctrico; E-save, que preserva la carga de la batería para utilizar el modo eléctrico, por ejemplo, al llegar a la zona urbana y Charge, que utiliza el motor gasolina para recargar la batería y que resulta el menos eficiente. Además, el cambio automático permite elegir entre tres modos de funcionamiento de la caja como en la mayoría de los modelos tradicionales, E, modo normal, E+, modo más económico que alarga las marchas, y S, más deportivo.

Sobre el papel todo suena perfecto, es sólo 0,4 segundos más lento en aceleración que el S500 de gasolina, su consumo homologado es espectacular, 2,8 litros/100 km y no pierde ni comodidad ni sensaciones, además de mantener unas prestaciones espectaculares y poder circular en ciudad sin emisiones ni ruidos y cuesta casi 10.000 euros menos que el S500 de gasolina equivalente. Las desventajas están en que pierde casi 150 litros de maletero, sólo se comercializa en carrocería larga y no puede llevar el magnífico sistema Magic Body Control que eleva la comodidad a unos niveles casi increíbles. Llegar a recorrer los 33 kilómetros anunciados en modo eléctrico es realmente difícil ya que depende mucho de las condiciones de la orografía y del tráfico. Nosotros sólo pudimos alcanzar 23 kilómetros y realizando una conducción muy cuidadosa.

Otra novedad de este Mercedes es el denominado pedal del acelerador háptico que 'recomienda' cuando no es necesario acelerar. Para recuperar energía, la inercia del vehículo y las frenadas son importantes para recargar las baterías y en ciertas situaciones el pedal del acelerador nos da indicaciones de que no es necesario seguir pisándolo y para ello aprovecha al máximo toda la tecnología que equipa el Clase S. Por ejemplo, el radar detecta cuando nos estamos acercando a un vehículo que viaja delante de nosotros y no es necesario seguir acelerando y basta con aprovecha la inercia que llevamos; en ese momento el pedal realiza ligeros impulsos empujando nuestro pie hacia arriba. Lo mismo puede ocurrir al bajar una pendiente y en diferentes situaciones en las que el sistema detecta que podemos mejorar la eficiencia de la conducción.

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Todo el sistema híbrido también puede decidir el modo de funcionamiento más eficaz en función del recorrido que vamos a hacer. Por ejemplo, si ponemos en navegador nuestro destino y tenemos que atravesar una zona urbana o hay un puerto de montaña en el recorrido, el sistema decidirá preservar la autonomía eléctrica para circular por la zona urbana y en qué momento, de acuerdo con la orografía, conectar cualquiera de los modos de conducción para conseguir la mayor eficiencia.

La cuestión del consumo es complicada. Los 2,8 litros son fruto de una 'ecuación' con la que se homologan los híbridos enchufables en Europa.

Partiendo de los 149 gramos/kilómetros de CO2 que emite el motor V6 que equipa el S500 Plug-in-Hybrid, hay que restar el 'bonus' de los 33 kilómetros de autonomía eléctrica y que se aplica siguiendo una tabla de Unión Europea. En este caso la autonomía en modo eléctrico de este Mercedes le permite una rebaja del 56% de sus emisiones, es decir, a los 149 g/km del V6 de combustión le quitamos 84 g/km (el 56%) y nos da unas emisiones de 65 g/km, lo que equivale a 2,8 litros de consumo, una cifra que no s obtiene mediante un recorrido, aunque sea sobre rodillos, sino aplicando una tabla y unas equivalencias.

En cualquier caso los consumos que marcaba el ordenador de viaje durante los recorridos que hemos realizado se situaban en torno a los 7 litros, unos consumos espectaculares para un coche que mide 5,25 metros y pesa 2.215 kilogramos. Las baterías y el sistema eléctrico del S500 Plug-in-Hybrid tienen una garantía de seis años o 100.000 kilómetros y ya está a la venta con un precio de 112.200 euros.

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