Los habitantes de Busán, segunda ciudad más poblada de Corea del Sur tras Seúl, vivieron este fin de semana unos momentos realmente angustiosos cuando este gran concesionario del centro se incendió con unos 600 coches en su interior.
Hasta la zona se desplazaron nada menos que 100 camiones de bomberos, quienes se encargaron de combatir las llamas durante unas horas interminables. El evidente riesgo de explosión complicó el dispositivo y obligó a desalojar la zona, sin embargo y por suerte, no hubo que lamentar daños personales.
En cambio, las instalaciones quedaron totalmente devoradas por el fuego, así como los cerca de 600 coches que se encontraban en su interior. Según informaron diversos medios locales, al menos 570 vehículos quedaron totalmente inutilizables, una dolorosa pérdida económica para el concesionario o para su seguro, suponemos. Os dejamos con las imágenes que nos han servido las televisiones locales y que son realmente estremecedoras.
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