Su línea no deja lugar a dudas: el Abarth ScorpION, un cupé biplaza impulsado por un motor eléctrico, es un showcar salido de la imaginación de siete estudiante de un máster de diseño que se imparte en el Istituto Europeo di Desing -con sedes repartidas en Italia, Brasil y España- con posibilidades de pasar a producción.

La aerodinámica ha centrado buena parte del desarrollo de este ScorPION -el término procede de la unión del nombre del compuesto químico ión de las baterías del motor eléctrico y del animal venenoso que representa a la marca-: se han sustituido los espejos retrovisores tradicionales por unas cámaras de vídeo, las ruedas traseras van carenadas y el frontal presenta una inclinación características y tomas de aire de tamaño reducido. En el lateral, tras las puertas, existe a cada lado dos toberas de admisión destinadas a la refrigeración de las baterías de ión-litio que, en esta ocasión, van colocadas tras los dos asientos delanteros -los únicos-; con esta disposición, el maletero posee una mayor capacidad de carga que lo que sucede habitualmente en los eléctricos que ya están a la venta, puesto que las baterías van alojadas bajo el piso del mismo.

El Abarth ScorpION tiene una longitud de 4,01 metros de largo -similar al Abarth Punto Evo-, 1,90 metros de ancho y 1,19 metros de alto, cifras que reflejan un tamaño bastante compacto. La batalla, es de 2,35 metros. En este Abarth también han participado empresas de la talla de GR Painting -pintura-, Pirelli -neumáticos- y OZ Racing -llantas-. De llevarse a producción, el Abarth ScorpION sería el primer modelo desarrollado íntegramente por Abarth al no contar con interpretación en Fiat.