Aumentar su oferta para ganar cuota de mercado. Este es el objetivo más inmediato de Saab que, en este momento, tiene paralizada la producción, obligada por las tensiones de tesorería sufridas en las pasadas semanas y por el parón que algunos proveedores llevan a cabo este mes por las vacaciones estivales.
Aunque la parada de la fábrica ha aumentado las esperas de los pedidos, con una suma pendiente de 11.000 unidades, a los mercados están empezando a llegar las primeras unidades de la serie limitada Independencia Edition realizada sobre la base del 9-3 Cabrio Aero. Con esta especial versión de 366 unidades numeradas, la marca celebra el 25 aniversario de este descapotable y el primer año de independencia de la compañía después de su compra a General Motors por el holandés, entonces propietario de Spyker Victor Muller. El holandés utilizará la unidad 007 para sus desplazamiento en Palma de Mallorca, después de haber fijado la isla como su primera residencia en las últimas semanas.
En un exclusivo color ámbar metalizado, el Independence Edition se distingue por unas llantas específicas de 18 pulgadas con cinco radios, ribeteado naranja en los asientos deportivos de piel en color beige y en la guantera, acabado en fibra de carbono para el panel de instrumentos, freno de mano, palanca de cambio y manijas de las puertas. Esta edición limitada está disponible con motor 1.9 turbodiésel de 180 caballos, tanto con transmisión automática como manual de seis velocidades.
A partir del próximo mes de octubre empezará a comercializarse el SUV 9-4X, un modelo ya disponible en Estados Unidos, que es fabricado en la planta mexicana de Ramos (General Motors). Un mes más tarde será incorporada al mercado la carrocería familiar del 9-5, bajo la denominación Wagon, con el que se completa la gama de la marca hasta la renovación del modelo 9-3.
La nueva generación 9-3 está anunciada para el próximo año y en ellas ya se incorporarán los rasgos del nuevo diseño de Saab mostrado en el concept car Phoenix.
