Uno de los todoterrenos más populares que se han fabricado nunca es el Land Rover Defender original, caracterizado por su chasis tradicional de largueros y travesaños, una carrocería de aluminio y un centenar de historias contadas por sus propietarios desde territorios inexplorados. Hace un par de años, la firma británica decidió traer de vuelta a su icónico 4x4 y lo hizo entre críticas por parte de los más entusiastas del modelo, pues consideraban que sus raíces se habían perdido, aunque sus cualidades parece que siguen estando bien presentes.
Un reto muy exigente
El principal motivo del rechazo de una parte de sus adeptos era el cambio hacia un chasis monocasco, el cual no aparentaba ser tan resistente como su predecesor, pero documentos como el que acompañan estas líneas demuestran que sí lo es. Se trata de un vídeo en el que podemos ver al Land Rover Defender de la generación actual demostrar que es un digno sucesor del 4x4 original, en esta ocasión en un entorno gélido, con una carretera helada y un paraje azotado por la nieve.
En estas condiciones adversas ha emergido la figura del todoterreno británico, ante un reto nada sencillo pues no todos los días se puede ver a un tráiler repleto de automóviles siendo remolcado por un vehículo de un tamaño mucho menor. El canal de Swansway Group ha sido el encargado de subir el vídeo a su canal de YouTube, con el objetivo de demostrar que las condiciones del Defender siguen siendo válidas para afrontar situaciones complicadas como esta. El camión, que estaba cargado con siete vehículos Land Rover, se atascó en el hielo y el citado 4x4 llegó al rescate.
¿Propulsor diésel?
A pesar de tener problemas de tracción al principio, lo que podíamos dar por sentado, el Defender 110 demostró aquí su gran capacidad para tirar de la indudable carga pesada. Durante los primeros instantes del vídeo vemos que los intentos por tratar de encontrar algo de agarre no dan sus frutos, pero pasados unos instantes el 4x4 comienza a dar muestras de su potencial y el tráiler empieza a moverse. Finalmente, el modelo inglés cumple con su objetivo y consigue remolcar al pesado camión.
Desconocemos qué tipo de variante es la que protagoniza estas imágenes, pero tendría mucho sentido pensar que se trata de la más capacitada para maniobras como esta, es decir, la D300. Su robusto propulsor turbodiésel de seis cilindros en línea, con 3.0 litros de cilindrada, produce 300 caballos de potencia y un par máximo de 650 Nm, ideales para afrontar un reto de estas características.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
