El diseñador y preparador suizo Franco Sbarro presentaba durante el último salón del automóvil en su espacio ginebrino un preciosos cupé targa 2+2. Según su creador, este coche único y tan especial que festeja cuatro décadas de salones, sintetiza varios tipos de estilos, que Sbarro ha utilizado durante sus 50 años de actividad creativa. En el Jaclyn podemos encontrar inspiraciones de los GT de los 60, pero también influencias de los últimos súper deportivos actuales.
La mecánica del nuevo Sbarro está basada en el Jaguar XK8, con potencia de 400 caballos. Pero su particularidad más visible, además de sus bellas formas, es una pintura que contiene nácar para darle un brillo especial bajo los focos del recinto ferial Palexpo.
La inspiración para este coche es más parecida a un cuento que a un proyecto industrial. Había una vez un empresario americano establecido en la ciudad suiza de Neuchâtel, aficionado a los automóviles, que fue a visitar los cercanos talleres de Sbarro en la cercana localidad de Grandson. Para su decepción, ese día estaban cerrados. Pero la idea de conocer al gran carrocero suizo le persiguió durante un cuarto de siglo. Y volvió.
Esta vez surgió otro motivo que la curiosidad de un automovilista apasionado y que no era otro que encargar a Sbarro el regalo para el 26 cumpleaños para su querida hija, Jaclyn. Ésta tuvo incluso la oportunidad de visitar el taller donde se construía su regalo y supervisar el metódico trabajo artesanal del equipo Sbarro.
Y así nació este modelo/regalo que se ha convertido en el principal protagonista de la marca en el Salón de Ginebra. Y colorín colorado, ahora Jaclyn podrá disfrutar con su descapotable Sbarro "Jaclyn" sabiendo que es único y sólo para ella.
