Según publica la web saabunited.com, una parte de la plantilla de los trabajadores de Saab han regresado a la factoría de Trollhätan, Suecia, para comenzar con la actividad. Aunque por el momento no va a salir ningún automóvil de la línea, sí que se van a llevar a cabo mejoras para que, en unas semanas, se reinicie la producción de sus vehículos.

Han pasado casi dos años desde que a finales de 2011 se echase el cierre forzoso en Trollhätan debido a la situación económica de Saab, propiedad en aquella época de General Motors. Tras meses de conjeturas y paros parciales que afectaron negativamente a sus ventas, el fabricante de automóviles fue adquirido por National Electric Vehicle Sweden AB (NEVS), un consorcio con capital chino y japonés que ha inyectado capital. La intención es clara: Saab debe regresar al panorama del motor cuanto antes.