Ir de lado en cualquier circuito del mundo no es tarea fácil. Apurar al límite cada giro puede tener sus consecuencias, como acabar en la tierra o, aun peor, estrellarse contra el guardarrail; pero las consecuencias de redondear con la trasera las curvas del último circuito que se ha montado BMW pueden ser mucho peores, ni más ni menos que terminar en el fondo del océano.

Derrapes en alta mar

Y es que BMW ha transformado un enorme portaaviones en una pista de drift sobre la que derrapa a su antojo el nuevo M4. Lástima que haya sido de forma digital, porque un circuito en pleno mar haría las delicias de más de uno, sin nadie a quien molestar con el brutal sonido del seis cilindros biturbo, y sin elementos contra los que chocar, con el mar como único límite.

El vídeo ha sido publicado por BMW Canadá, y durante su poco más de un minuto de duración el M4 es protagonista de un festival de derrapes a base de quemar goma y gasolina. La marca bávara ha tenido el detalle de no poner ninguna música de fondo, permitiendo que nos deleitemos con el espectacular sonido que produce el coupé, uno de sus rasgos más característicos, como ya pudimos comprobar en el trazado de Portimao.

Recordamos que la nueva bestia de BMW monta un motor 3.0 Twin Power Turbo que produce 431 caballos, con los que consigue pasar de 0 a 100 en 4,1 segundos, y llega hasta los 250 kilómetros por hora. Su hermano gemelo es el M3, con idénticas cifras, pero con dos puertas más y un mayor maletero.

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