Los amantes de a la casa de Sant'Agata que asistieron estos días al Supercar Week 2015 de Palm Beach en Florida (Estados Unidos) se llevaron una sorpresa en forma de lancha Lamborghini. Esta increíble embarcación, realizada a petición del multimillonario Gino Gargiulo, estuvo expuesta en esta muestra junto con el vehículo en el que fue inspirada, el Lamborghini Aventador LP720-4 50 Anniversario.

Al deportivo lo conocíamos, una serie especial que se presentó en el Salón de Shanghai 2013 y de la que sólo se han producido 200 unidades, 100 del modelo coupé y otras tantas del Roadster. Todas ellas montan un motor V12 de 720 caballos que transmite su potencia a las cuatro ruedas para acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos y alcanzar los 350 km/h de velocidad punta. Este Lamborghini es uno de los más rápidos del momento y también uno de los más caros, pues ronda los 750.000 dólares, unos 660.000 euros.

Las cifras son contundentes, sí, pero nada comparadas con las de la súper lancha Lamborghini. Lo creas o no, es bastante más cara, pues su valor ronda los 1,3 millones de dólares –1,15 millones de euros– y mucho más potente. Cuenta con dos propulsores turbo Mercury Racing 1350 que suman la friolera de 2.700 caballos y le permiten navegar a una velocidad próxima a los 306 km/h–190 millas por hora–, absolutamente demencial.

Pero sin duda lo mejor del vídeo es poder comparar a nivel diseño dos vehículos tan diferentes y a la vez tan parecidos. A la lancha no le falta detalle, asientos, volante, pantallas multifunción… todo está pensado para ofrecer la sensación de conducir un Lamborghini, sólo que al servicio del disfrute en mar abierto.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.