Aunque parezca mentira, todavía existe espacio por rellenar entre la propuesta de Brabus para el Mercedes-Benz Clase V y el acabado AMG Line que el monovolumen recibió este verano. Ese grado intermedio, que satisface a quienes consideran demasiado discreta la segunda pero que tampoco quieren llegar a los excesos de la primera, lo ha cubierto Hartmann Tuning. Este otro preparador alemán acaba de anunciar su programa de modificaciones para el modelo y su mejor promotor es el kit destinado a la variante más potente, el V 250 d.
Mientras que Brabus eligió los cromados y ledes para subrayar la presencia del Clase V, Hartmann ha diseñado una alternativa más original. Su catálogo ofrece accesorios donados por ABS como faldones y apéndices para los paragolpes que combinan un negro brillante con una tonalidad más llamativa, entre ellas el verde de las fotografías. El deflector del portón, en cambio, se pinta en el color de la carrocería.
Donde coincide con Brabus es en la doble salida de escape cromada y las llantas negras de 18, 19 o 20 pulgadas. Las imágenes muestran unas Vest 1 de la última medida. El porte más agresivo se redondea con la reducción de treinta milímetros de la altura de la suspensión. Para el habitáculo Hartmann comercializa su propia tapicería de cuero, alfombrillas y pedales de aluminio con su emblema, un sistema de transporte de motocicletas y placas decorativas en los umbrales de las puertas.
Las alteraciones mecánicas terminan dejando a Hartmann ligeramente por detrás de Brabus. Su chip V25 -cuesta 1.487 euros- de potenciación del motor turbodiésel de 2,1 litros sube la potencia de 190 a 224 caballos y el par máximo de 440 a 505 Newton/metro, mientras que con la mejora D4 PowerXtra de Brabus alcanza los 235 y 510, respectivamente.
