Los jóvenes de la era digital presentan gustos diferentes que prometen transformar el automóvil para siempre. Estos nativos de internet, con estudios superiores, creen que su coche tiene que reflejar rasgos de su personalidad, ser eficiente y contaminar poco.

Al menos, esto es lo que sostiene el último estudio de Goodyear, denominado ThinkGoodMobility que ha analizado a jóvenes universitarios de 12 países europeos distintos. Entre los españoles destaca una amplia mayoría, de nada menos que el 87,6%, a los que le gustaría que su coche estuviera personalizado según sus gustos tanto estéticos como de tecnología y sobre todo la sostenibilidad.

De hecho, un porcentaje casi tan elevado como éste –el 81,6%– cree que no tendrá coche propio hasta dentro de 10 años, como mínimo. Lo consideran demasiado difícil de mantener.

Y es que cuando estos chicos hacen referencia a la personalización más que pensar en criterios estéticos, lo hacen en otros más funcionales. Solo el 12.9% querría, por ejemplo, neumáticos con colores que combinen con el de la carrocería. Sin embargo, los coches adaptados a unos objetivos en concreto, como el consumo eficiente (21,5%), un estilo determinado de conducción (10%) o al estado mental del conductor (10.5%) fueron las ideas de cara a 2025 que que más cautivaron a los jóvenes españoles.

Goodyear considera "muy positivo" ese cambio de mentalidad. "Hemos comprobado que los jóvenes europeos ponen más interés en como el coche puede personalizarse con el objetivo de asegurar una conducción más segura y sostenible, por encima de la estética" Concluye el informe.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.