Ya hemos visto en muchas ocasiones las sorpresas que nos depara una búsqueda por sitios especializados en ventas de vehículos pues algunas rarezas sobre ruedas han aparecido sin que nadie pregunte por ellas. Una vez más, nos encontramos con un one-off que está buscando nuevo dueño y en esta ocasión se trata de un Maserati Quattroporte que la marca nunca fabricó, pues luce una carrocería de estilo Shooting Brake.
Un one-off del 2016
La popular berlina italiana de altas prestaciones no recibió el visto bueno por parte de la compañía para salir al mercado con una carrocería de este tipo, aunque hace aproximadamente una década, Carrozzeria Touring construyó cuatro ejemplares basados en el Quattroporte de la generación anterior. Uno de ellos fue subastado en 2013 por RM Sotheby's y, decepcionado de no ser el postor ganador, un entusiasta británico decidió construir el suyo propio.
Como no existe tal versión del Quattroporte de última generación, el propietario consultó a varias compañías especializadas en la creación de prototipos en el Reino Unido sobre la conversión de la berlina italiana, pero la mayoría quería cobrar más de 200.000 euros, sin incluir el coche. Esta persona no estaba dispuesta a pagar tanto y se puso en contacto con un hombre llamado Adam Redding, que tiene experiencia en la restauración de modelos como el Jaguar E-Type y otros firmados por Aston Martin, Lancia o Bristol.
La conversión comenzó con el corte de las aletas traseras del modelo italiano y la eliminación de gran parte del techo. La carrocería personalizada se diseñó y fabricó en una forma elegante que hace que el automóvil se vea como si la propia Maserati lo hubiera hecho. Uno de los mayores desafíos de toda la construcción giró en torno a la instalación de un portón trasero eléctrico que tuvo que modificarse para ser compatible con la electrónica del Quattroporte. En total, se necesitaron alrededor de 1.500 horas de trabajo para terminar el proyecto.
Apenas 14.000 kilómetros recorridos
Desconocemos el motivo por el que este propietario ahora ha decidido vender el vehículo, después de todo el esfuerzo para lograr su objetivo, pero sí sabemos que ha recorrido apenas 14.023 kilómetros y que conserva su motor V6 turbodiésel de 3.0 litros con 275 caballos de potencia y 600 Nm de par máximo. Classic Driver es el encargado de encontrar un nuevo propietario, aunque el precio no ha trascendido.