La hibridación comenzó su andadura comercial, oficialmente en 1997, cuando se puso en circulación la primera generación del Toyota Prius. Han pasado muchos años desde aquello y las cosas han cambiado mucho, Ahora ver híbridos por la calle es de lo más normal incluso en modelos deportivos.

Pero ver híbridos anteriores al Prius, como un Volvo 850, no es tan común, más bien, se trata de una auténtica rareza que además, suma más curiosidades. Por ejemplo, no emplea gasolina, sino gas y por si fuera poco, no usa un motor de pistones, sino una turbina. Fabricado a comienzos de los 90, pocos aficionados se acuerdan de este prototipo y posiblemente, ni siquiera la propia marca.

Híbrido en paralelo con baterías de níquel-cadmio

La historia de este curioso Volvo 850 comienza algo antes de la década de los 90, concretamente en la década de los 70, cuando la división de aviación de la firma sueca, Volvo Flygmotor, contribuyó al desarrollo del primer prototipo de turbina de gas y se montó en el Volvo ECC (Environmental Concept Car), basado en el Volvo 264 de 1978. La idea nunca llegó a producción, pero la marca no olvidó la idea y la retomó nuevamente a comienzos de los años 90.

No obstante, en esta ocasión, no se empleó la turbina de gas tal cual se hizo la primera vez, Volvo lo que hizo fue combinar la turbina de gas con una batería de níquel-cadmio y un motor eléctrico, es decir, creó un híbrido en paralelo. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la turbina de gas funcionaba como generador y como propulsor de coche en solitario o junto al motor eléctrico ¡Incluso tenía frenada regenerativa!

Y no solo eso, también contaba con modos de conducción: Gas Turbine, Electric y Hybrid, que tampoco necesitan mucha explicación. Se podían seleccionar mediante una botonera creada a tal efecto.

El consumo de combustible no era rentable

volvo 850
Bonhams
volvo 850
Bonhams

No se puede negar que este Volvo 850 híbrido es toda una rareza e incluso un atrevimiento, pero el resultado no era satisfactorio. Al parecer, aunque la turbina rebajaba mucho el peso y simplificaba un poco el motor, el consumo de combustible no era suficiente para justificar el coste de desarrollo del tren motriz.

Solo existe una unidad del Volvo 850 híbrido con turbina de gas en manos privadas (de haber más, están en manos del fabricante) y actualmente lo tiene Bonhams para sacar a subasta. El coche tiene solo 4.000 kilómetros y al parecer, se compró en Italia a uno de los miembros que participó en el proyecto. No indican si el coche funciona o funciona lo suficientemente bien para usarse en el tráfico actual.