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Los responsables de Migaloo parecen tenerlo claro y por eso han diseñado esta inclasificable embarcación de nada menos que 165 metros de largo. El M5 tiene todas las funcionalidades de un lujoso y descomunal yate, con la posibilidad de convertirse en un verdadero sumergible que llega hasta los 250 metros de profundidad. Además, incorpora en su interior, en el casco de presión, otros dos pequeños submarinos biplaza para pequeñas excursiones bajo el agua. La capacidad depende del diseño que elija el propietario, pero podría estar entre los 14 y 20 pasajeros, mientras que la tripulación estaría compuesta por entre 32 y 40 personas.
Sus peculiares formas intentan combinar las necesidades del doble casco de alta presión de un submarino, con las líneas más estilizadas y elegantes de un megayate. Según las especificaciones que anuncia Migaloo, el M5 dispone de una autonomía de hasta 15.000 km y podría permanecer sumergido durante cuatro semanas. La velocidad máxima que alcanza en navegación es de 20 nudos, unos 37 km/h, y sumergido 12 nudos, unos 22 km/h. Gracias a sus dimensiones, el Migaloo M5 está preparado para transportar en su interior incluso un helicóptero y todo lo que a su dueño se le antoje incluidos drones, globos aerostáticos, vehículos 4x4 o SUV, y todo podría almacenarse de forma segura dentro de su interior para navegar tanto en superficie como sumergido.
Diversión sobre y bajo el agua
El diseño y las actividades a bordo son primordiales para los propietarios de este tipo de embarcaciones. El director ejecutivo y diseñador de Migaloo, Christian Gumpold, se encarga de guiar a los propietarios durante todo el proceso de diseño y de elección del equipamiento de comodidad y diversión a bordo. El M5 puede ir equipado para deportes acuáticos de todo tipo y hasta el equipamiento necesario para realizar una acampada de lujo en cualquier playa remota a la que puedan llegar.
Entretener a todos los 20 ocupantes que puede llevar a bordo el Migallo M5 no es tarea fácil. Cuenta con conexión WiFi permanente que sigue a la embarcación y que permite disponer de Internet incluso bajo el agua. Puede tener un cine al aire libre, además de sala de cine, gimnasio y todo lo imaginable. Cuando llega la noche el M5 se convierte en un verdadero espectáculo, ya que el megayate-submarino brilla en la oscuridad con una iluminación verde fluorescente cuidadosamente diseñada.
De momento Migaloo M5 es solo un proyecto abierto a que cualquier potencial cliente empiece a trabajar con Christian Gumpold para darle vida. El precio estimado debe ser una cifra tan astronómica que no se ha comunicado. En cualquier caso una inversión muy elevada para un superyate que seguramente no se puede lucir en la mayoría de los puertos deportivos más elegantes del mundo porque el M5 sencillamente no cabe y sus ocupantes tendrían que llegar a puerto a bordo de alguna de las lanchas que también lleva como equipo de a bordo.
