"Desconozco y no entiendo muy bien todos los antecedentes", agregó el siete veces campeón del mundo, haciendo entender que la decisión federativa tiene cierto regusto político y no estrictamente deportivo. Schumacher asume que esta limitación reglamentaria va a afectar a todos los equipos punteros, pero es un "duro golpe" a la imparable cabalgada de los líderes del campeonato, los Red Bull, ideólogos de esta tecnología.

Eric Boullier, Nick Heidfeld y Vitaly Petrov también fueron se han pronunciado sobre lo inoportuno a la hora de aplicar esta prohibición, en medio de la temporada 2011. El R31 de Renault está construido enteramente en torno a un concepto basado en sus escapes situados en la parte delantera del coche. Este regla les obligaría a rehacer en gran medida su idea original, lo que les llevará tiempo y dinero. El propio inventor de esta tecnología, Adrian Newey, dijo al respecto: "Renault lo va a notar mucho porque su concepto de escape está basado en que los gases de escape soplen todo el tiempo".

Los que más pueden sufrir con este cambio de reglamento son evidentemente los que más avanzado tienen su desarrollo, Red Bull, pero dan la callada por respuesta, al menos en público, pero se cree que no les ha gustado absolutamente nada. El único que ha hablado al respecto ha sido Helmut Marko que directamente acusa a la FIA de querer favorecer a Ferrari. El conocido periodista brasileño Livio Oricchio estuvo charlando en privado con los rectores del equipo azul y afirma "es una pena que no pueda escribir lo que he oído. Ni siquiera puedo reproducir el tono de sus comentarios", dijo en el diario O Estado de Sao Paulo, pero se cree que a puerta cerrada los responsables de RBR están verdaderamente furiosos.

Cuando se le pregunta al director del equipo, Christian Horner, responde diplomático: "la decisión de la FIA se basó en un tecnicismo. Usted debe preguntar a la FIA". Hábil, pero evidencia su desacuerdo con la jugada federativa.

La prohibición que entra en vigor este fin de semana se aplica a la configuración de mapeados del motor agresivos, precisamente muy utilizados por Bull Red en entrenamientos clasificatorios, para volver a uno más 'normal' en carrera.

A todo esto hay que añadir un problema extra: si los mapas de motor no pueden ser modificados entre los entrenamientos del sábado y la carrera del domingo, la forma de 'estrujar' el propulsor de un día no puede ser el mismo en la jornada siguiente; basta que haya una diferencia de temperatura en la atmósfera para que puedan surgir graves problemas de fiabilidad.