Un año más, la situación política y económica en esta zona del Golfo Pérsico pone en el punto de mira la seguridad del circuito de Bahrein.

Previsto para disputarse el fin de semana del 22 de abril, en estos momentos las noticias que llegan del pequeño país siguen atemorizando a empresas y, en este caso, medios de comunicación. La desbandada de televisiones ha comenzado.

Tres cadenas de televisión ya han comunicado que no desplazarán sus equipos a la zona. Así lo recogen los rotativos Blick, Bild y The Times, que recogen las inquietudes de las emisoras que hacen cobertura para Finlandia (MTV3), Japón (Fuji TV) y Alemania (Sky Deutschland).

Para el aficionado es evidente que una de las televisiones sea finlandesa, MTV3, pues ellos mismos señalan que es "una lástima, porque el retorno de Kimi Raikkonen ha aumentado significativamente el interés en la Fórmula 1 en nuestro país". Un alto interés de espectadores y de firmas comerciales, que se ven afectadas por la actualidad social. "No queremos asistir si hay amenazas de seguridad", confirma el portavoz de la cadena en Finlandia.

La emisora asegura que la decisión de no llevar informadores está más que justificada, ya que "los Grandes Premios están atrayendo mucha atención en ámbito internacional y esto también hace que aumente la posibilidad de problemas, siendo demasiado alto".

Y es que la violencia en las calles de la zona continúa. Manifestantes hacen proclamas como "¡No a la F1, Bahréin sin F1, mataron a mi hijo a sangre fría!", y la agencia Associated Press, por su parte, ha confirmado que los manifestantes lanzaron bombas incendiarias a la policía, que respondió al fuego con armas de perdigones.

El expiloto de Toro Rosso Sebastien Buemi ha restado importancia a los riesgos comentando que su tío va a trabajar todos los días y lleva a sus hijos a la escuela, según RMC Sport, afirmando que "la realidad no es necesariamente lo que se ve en la televisión". Pero añadiendo un simple "ya veremos cuando lleguemos allí" no son argumentos muy convincentes. Veremos cómo continúa el comienzo de la desbandada de medios.