El piloto francés Romain Grosjean ha sido el último de una lista afortunadamente bastante reducida de pilotos con castigos ejemplares, en los que el 'descanso obligado' en alguna carrera era la tónica predominante en la mayoría de ellos.

Riccardo Patrese fue sancionado con un Gran Premio sin correr (el de Estados Unidos) tras el accidente mortal de Ronnie Peterson en la prueba de Italia donde su Lotus 78 (utilizaba ése tras destrozar en los entrenamientos el 79 que pilotaba esa temporada) acabó incendiándose en una carambola de once monoplazas y en la que Patrese fue señalado como principal responsable. Curiosamente, años después (1981) se demostró que el italiano no fue el hombre que provocó el accidente sino el campeón de 1976, James Hunt, que además fue quien rescató del monoplaza al piloto sueco junto a Clay Regazzoni y Patrick Depailler.

AYRTON SENNA CONTRA EL MUNDO

Después de proclamarse campeón en 1988 con una memorable carrera bajo la lluvia en Suzuka, Ayrton Senna no tuvo la misma suerte en la temporada siguiente. En 1989 comenzó la dura enemistad entre Senna y Alain Prost, la cual llegó hasta límites insospechados. El brasileño y el francés, compañeros de equipo en Mclaren, se jugaban parte del título en la penúltima carrera del calendario (Suzuka).

Prost lideraba la prueba con Senna muy cerca de él y el vigente campeón necesitaba ganar la carrera para seguir en la lucha por el campeonato. En un intento de adelantamiento en la chicane antes de entrada a meta, el brasileño encontró hueco en el interior el francés cerró la trayectoria e hizo que ambos colisionasen. Mientras 'El Profesor' quedaba fuera de la carrera, Senna pedía a los comisarios que le empujasen para volver a la pista.

Con el alerón tocado y volviendo a la trazada por la escapatoria de la chicane, continuó en carrera y entró a boxes en el siguiente giro. Perdió el liderato ante Alessandro Nannini pero, de nuevo con una ligera lluvia como aliada, alcanzó al italiano, le sobrepasó y ganó la carrera. Siguió así hasta que la FIA decidió descalificarle por retornar a pista con ayuda externa, cortar la chicane después de la colisión y por pisar la línea de entrada al pit lane. Esto tuvo como consecuencia una gran multa económica y la suspensión temporal de su superlicencia en el invierno del 89. Además del título matemático para Prost.

Curiosamente, al año siguiente y con Suzuka de nuevo como escenario, las tornas cambiaron y era Senna el que colisionaba con Prost para adjudicarse el bicampeonato mundial. En ese caso, no hubo ningún tipo de sanción aunque años después el brasileño alegase que quería dejar claro que no iba a aceptar lo que él percibió como decisiones injustas por Jean Marie Balestre (Presidente de la FIA en aquel momento) incluyendo su descalificación en 1989 y la colocación de la posición de la Pole Position de Suzuka 1990 (en el lado sucio) para perjudicarle ante Prost, que salía segundo por el lado limpio.

NO HUBO PERDÓN EN EL 94

El año 1994 fue el más duro hasta el momento en concepto de sanciones. Eddie Irvine fue apartado durante una carrera por causar un accidente en el Gran Premio de Brasil -que abría la temporada- donde se llevó por delante a Jos Verstappen, Martin Brundle y Eric Bernard. En ese caso, el equipo Jordan decidió apelar y el resultado fue un endurecimiento del castigo: tres carreras de inhabilitación para el británico (Grandes Premios del Pacífico, San Marino y Mónaco). Por si fuera poco, Irvine no aprendió y volvió a tener un incidente parecido con Damon Hill durante la calificación en Portugal por el que fue advertido de que una acción similar más y le sería retirada la superlicencia.

Michael Schumacher en 1994 tuvo dos Grandes Premios de sanción por repetidas infracciones. El Kaiser fue descalificado de la prueba disputada en Bélgica por irregularidades técnicas en su monoplaza (concretamente en el patín de madera situado en el fondo plano del Benetton). El heptacampeón, que tenía un aviso desde Gran Bretaña donde hizo caso omiso a una bandera negra que le fue mostrada a mitad de carrera y en la que terminó segundo, fue descalificado al final de la misma y dicho aviso se hizo efectivo con las irregularidades de Spa, por lo que no pudo correr ni en Italia ni en Portugal.

Por último, Mikka Hakkinen se perdió la carrera de Hungría después de que en Alemania provocase una carambola de diez coches en la salida. Le sustituyó Philippe Alliot, probador de Mclaren por aquel entonces.

SCHUMACHER, DEMONIO EN LA PISTA

Tras la carrera de Spa-Francorchamps, Sebastian Vettel dijo que Schumacher luchaba como un demonio. En 1994 y 1997 dio buena muestra de ello. El actual piloto de Mercedes tuvo una sanción modélica en 1997 tras intentar repetir con Jaques Villeneuve lo que hizo con Damon Hill para ganar su primer campeonato mundial en 1994 durante el último Gran Premio de la temporada disputado en Adelaida (Australia).

La acción del 94 fue ejecutada con la frialdad habitual del alemán. Lideraba la prueba con pocos segundos de ventaja sobre Hill, cuando Schumacher se salió de la pista, golpeó con el muro y dañó la suspensión de su Benetton Ford, volvió al trazado, se apartó para que el británico le adelantara y cuando llegaron a la curva le cerró la trayectoria provocando la colisión. Los dos pilotos se vieron obligados a abandonar y Schumacher se proclamó campeón del mundo con un punto de ventaja sobre el británico y sin sanción por dicho movimiento.

En el 97 intentó lo mismo con Villeneuve en la última carrera, el Gran Premio de Europa disputado en Jerez. Se jugaban el campeonato que en ese momento lideraba el alemán por apenas dos puntos (78 por 76 del canadiense) y Schumacher quiso repetir la jugada del 94 pero en este caso le salió mal. Lideraba la prueba a 23 vueltas del final pero Villeneuve estaba pegado a él en segunda posición. En cuanto encontró un hueco, el de Williams atacó y el heptacampeón, que se vio sorprendido, cambió la trayectoria de su monoplaza para impactar premeditadamente contra él.

El destino quiso que el toque no fuese fuerte y Villeneuve frenase, lo que provocó que el Ferrari del alemán acabase encallado en la grava por la inercia. El canadiense fue tercero en aquella prueba, consiguió 81 puntos en su casillero y se llevó su único Campeonato del Mundo. Mientras tanto Schumacher, que habría quedado segundo en la general del mundial, fue descalificado aquél año por reincidente aunque sin perder los puntos para el Campeonato de Constructores (que también ganó Williams) y sin consecuencias para la temporada siguiente.

El toque de atención que ha recibido Grosjean por lo ocurrido en Spa, más que un castigo para el francés –que ya se ha visto implicado en más toques durante la temporada-, ha sido un aviso para todos los integrantes de la parrilla. En un deporte que implica tantos riesgos como es el motorsport, lo que deben intentar aquellos que lo practican es minimizar riesgos y, como dijo el de Lotus: "Cuando tu vida son todo carreras, no ir a una es probablemente la peor experiencia que puedas tener". Que ninguno tenga que perder lo que más le gusta por no saber frenar a tiempo…