Quizás los aficionados hayan observado, con expectación o preocupación, las chispas que saltaban del Red Bull de Sebastian Vettel al término del Gran Premio de India, pero finalmente se comprobó que dicha anomalía no era una piedra en el camino del bicampeón hacia la cuarta victoria consecutiva de la temporada.

El jefe del equipo de Milton Keynes, Christian Horner, ha explicado que dichas chispas pudieron ser generadas por desperfectos de otro monoplaza, desperfectos que según Autosprint consistirían en una pieza de titanio proveniente de los retrovisores de otro bólido.

"Pienso que ha sido como un rayo que ha surgido de una de las partes frontales de la tabla. Eso fue lo que chispeó y luego se cayó", ha comentado el inglés en declaraciones a la revista Autosport. "A menos que fuera otra cosa que se quedara encallada debajo del coche, pero pareció desaparecer al cabo de una vuelta o así".

Sebastian Vettel también ha querido restar importancia al asunto. "Vi algunas chispas detrás de mi coche, pero vi que muchos coches tiraban chispas este fin de semana, y nosotros también. Ha sido un gran día para nosotros y un paso importante", ha dicho en el comunicado oficial de su escudería.

Horner, por otra parte, también ha descrito algunas de las claves de la victoria de su piloto. "Ha sido cuestión de monitorizar lo que ocurría detrás de nosotros y controlar los neumáticos. Fuimos muy fuertes en el primer stint y luego fue cuestión de controlar la carrera. Los chicos estaban un poco más nerviosos en la segunda tanda, ya que hacíamos un stint largo con los neumáticos duros, por lo que hemos querido estar seguro de que no les sacábamos demasiado a los neumáticos".