Todo comenzó cuando el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, y el magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, se vieron envueltos en una 'guerra de palabras' la semana pasada y tras la polémica de las banderas amarillas durante el Gran Premio de Brasil. El británico tildó de "broma" tal asunto y el italiano afirmó que Ecclestone era mayor para ejercer cierto tipo de funciones.

Restando importancia al intercambio de declaraciones, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Jean Todt, afirmó: "Vamos a tratar el tema a su debido tiempo y de manera pragmática, como siempre" señalaba el francés en declaraciones recogidas por la agencia de noticias italiana Ansa.

Una de las constantes quejas mostradas por la escudería de Il Cavallino Rampante es imponer normas para reducir el efecto de la aerodinámica en las pruebas de Fórmula 1 y aumentar los entrenamientos. Al respecto, Todt respondió: "Ferrari acaba de completar una gran temporada y estoy seguro de que tendrán una aún mejor".