La agencia Reuters se ha hecho eco de una de las cartas que Jean Todt ha enviado para mostrar la postura de la FIA ante la situación de Bahréin. En ella el francés decía: "El deporte y los Grandes Premios de F1 pueden tener un efecto curador y positivo en situaciones de conflicto, malestar social y tensiones que causan angustia".

Esta carta respondía a otra emitida por grupos de protesta de Bahréin quienes habían solicitado a Todt que cancelara la carrera por el malestar social del país y por las detenciones de los activistas antigubernamentales. La carta la firmaban las asociaciones: Bahrain Centre for Human Rights, Bahrain Press Association, Bahrain Youth Society for Human Rights y Campaign Against Arms Trade. En ella se podía leer: "Mucha gente de Bahréin no ve la Fórmula 1 como un deporte, la ve como una organización que apoya a un régimen represivo".

Un portavoz de la FIA dijo que Bahréin no formaba parte del calendario de visitas de Jean Todt, quieén sí estuvo presente en los Grandes Premios de Australia y Malasia. Según este informador, el francés no volverá a viajar a un GP de F1 hasta el GP de Canada del mes de junio.

El supremo de la F1, Bernie Ecclestone si estará presente en Bahréin. El billonario de 82 años de edad esta semana anunció públicamente que estaría encantado de poder hablar con miembros de la oposición.

La carrera se suspendió en 2011 tras una serie de violentos enfrentamientos entre fuerzas de la autoridad y manifestantes antigubernamentales que terminaron con la muerte de 35 personas. Desde entonces representantes de la minoría dominante Suní y de la mayoría opositora Chií no se volvieron a reunir para negociar hasta el pasado mes de febrero de 2013.

Gran parte de los turistas que visiten Manama, la capital del reino, durante el fin de semana de GP se darán cuenta que hay mucha publicidad a favor de la carrera y pocas muestras de violencia. Lo que más van a encontrarse es una gran presencia policial.

Lejos de las autopistas principales, en las poblaciones de mayoría Chií las carreteras están cortadas con bloques de cemento y las paredes de los edificios están llenos de pintadas en contra de la celebración del GP.

Todt fue criticado por el Campeón del Mundo de F1 de 1996, Damon Hill por no tomar cartas en el asunto y no demostrar que la F1 podía ser sensible a la situación del reino del Golfo Pérsico. "La cuestión es si el hecho de que la F1 viaje hasta Bahréin acentuará la brutal represión de los manifestantes".

El francés asistió a la carrera el año pasado y respondió a la prensa diciendo que hubiese sido un error no viajar hasta allí. Hill también lo criticó por no dar este año una respuesta pública ante la convulsa situación que está generando el GP. "No ha dicho nada que distancie al deporte de cosas que cualquiera encontraría desagradables y molestas, creo que cualquiera en este deporte lo habría hecho".

El presidente de la FIA de momento está llevando a cabo un mandato bastante discreto, distanciándose de su precesor, Max Mosley, mucho más controvertido quien cortejaba a los medios y en rara ocasión se quedaba al margen de ningún debate.

Todt, quien en el pasado gestionaba las riendas del equipo Ferrari cuando Michael Schumacher era su piloto número 1, ha asistido a muy pocos Grandes Premios y ha dedicado gran parte de su tiempo a realizar campañas de seguridad vial y a viajar por el mundo para visitar a miembros de otras federaciones.