Marcus Ericsson, de 23 años, debuta este año en la Fórmula 1 con la escudería Caterham y lo hace a dieta. El sueco ha revelado que los ingenieros le han encargado perder peso antes del Gran Premio de Australia, primera cita del Mundial de Fórmula 1 este año. "No me han dicho que tengo que tener un peso en concreto, pero voy a bajar tanto como me sea posible, asegurándome de que todavía puedo correr durante dos horas".

El joven piloto, que mide 180 centrímetros de altura y pesa 69 kilos, ha entrado en un programa de dieta con una clínica italiana especialista y reconocida por ayudar a los pilotos de monoplazas a perder peso según informa Eurosport Suecia. "Trabajaremos estrechamente asegurándonos de que estoy en el nivel adecuado", apuntó Ericsson, "ya que todavía necesitas la mayor concentración durante dos horas. Es extremadamente caluroso y con altas fuerzas G, por lo que es imposible ser un esqueleto. No volveré a comer hamburguesas para el almuerzo y la cena, pero todavía tengo que comer, porque me entreno duro todos los días".

Por otro lado, Ericsson lamentó la situación en la F1, donde se ha establecido un aumento significativo en el peso de los monoplazas de 2014 y, sin embargo, no ha habido un cambio en el peso mínimo correspondiente al piloto. "Es una pena que la FIA y la F1 no terminen de tomar una decisión y aumenten el peso 10 kg", declaró. "Entonces no sería un gran problema y todos tendrían las mismas oportunidades. Pero, ¿qué puedes hacer? No puedo cortarme una pierna. Tres kilos es una décima por vuelta en este juego, y mi compañero de equipo [Kamui Kobayashi] es 7 u 8 kilos más delgado que yo".