La llegada de nuevos propietarios a Caterham ha hecho que poco a poco la escudería cambie la estructura de arriba abajo. Tras el cambio de titularidad, Colin Kolles ha admitido que habrá algunos despidos para mejorar la situación financiera del equipo.

"Prefiero tener 200 empleados seguros que perder 300 trabajos", dijo Kolles. Aunque sabe que la medida no es del todo agradable, "a veces hay que tomar decisiones impopulares", insistió el rumano.

Durante el Gran Premio de Gran Bretaña también pudimos ver cómo algunos patrocinadores con lo que Caterham contaban, habían desaparecido. Es el caso de General Electric o Airbus. Este último fue un trato claramente hecho por el empresario de aviación y expropietario de Caterham, Tony Fernandes.

Por otro lado, Kolles cargó duramente con la anterior administración de Caterham y la calificó de "desastre". De hecho, los contratos de Kamui Kobayashi y Marcus Ericsson se revisan ahora con lupa. "En términos de rendimiento, tenemos que examinarlo, y lo estamos haciendo", comentó Kolles.

La empresa automovilística de Kolles, con sede en Alemania, sigue participando en el proyecto rumano llamado 'Forza Rossa', que pretende entrar en un futuro en la F1 y está a la espera de que la FIA le dé luz verde. Sin embargo, Kolles negó categóricamente haber comprado Caterham con el fin de renombrar el equipo o usufructuar de ella.

"Esta empresa (Caterham) tiene el ingreso y no lo puedes transferir. Si esa compañía ya no existe, se pierde el ingreso", sentenció Kolles.