Tras el accidente protagonizado por Kimi Raikkonen en la primera vuelta del GP de Gran Bretaña, algunas voces del paddock han sugerido que el finlandés debería haber recibido una penalización por las consecuencias que tuvo su reingreso a la pista, el cual conllevó que el nórdico perdiese el control de su coche.

No obstante, la FIA ha descartado que vaya a aplicar algún tipo de castigo sobre Raikkonen. Al parecer, el máximo órgano directivo del mundo del motor ha considerado que, si bien Kimi debería haber reducido algo más su velocidad a la hora de volver al asfalto, todos los pilotos del campeonato habrían obrado del mismo modo que él, por lo que una represalia al finlandés no sería apropiada.

Esta postura no contradice el artículo 20.2 del Reglamento Deportivo de la F1, establece que "En caso de que un coche abandone la pista, el piloto podrá reincorporarse, sin embargo, esto sólo se podrá hacer cuando sea seguro hacerlo y sin obtener ninguna ventaja duradera".