Prueba con condiciones climáticas cambiantes, innumerables toques, fuertes accidentes, coches de seguridad en un trazado donde tradicionalmente apenas hizo acto de presencia, multitudinarias paradas en boxes que suelen provocar situaciones propicias para que equipos y pilotos cometan errores… y pese a todo, ni una sola sanción se dictó durante la carrera disputada en el ratonero trazado cercano a Budapest. Las decisiones adoptadas se centraron en penalizaciones por sustituciones de cajas de cambio y de células de supervivencia además de autorizaciones para tomar la salida pese a no intervenir o no marcar tiempos en la sesión de clasificación

Comenzado el análisis por el abandono precipitado del piloto británico de Mercedes, Lewis Hamilton, durante los primeros lances de la Q1 a resultas del incendio su W05, su equipo, por segundo Gran Premio consecutivo, se vio obligado a reemplazar la caja de cambios del monoplaza, lo que conlleva una vulneración de lo prevenido en el artículo 28.6 a) del Reglamento Deportivo de la Fórmula 1 al haber acometido tal modificación mecánica antes de haber transcurrido las 6 carreras consecutivas: "Cada piloto no puede usar más de una caja de cambios durante seis eventos consecutivos en los que su equipo compita. Si un piloto utiliza una caja de cambios de sustitución se le retrasará cinco posiciones en la parrilla de salida en ese evento y otras cinco puestos cada vez que se utiliza una caja de cambios más…".

Además, los daños estructurales del W05 fueron tales que se hizo necesaria la sustitución de la célula de supervivencia o cockpit, circunstancia ésta que previene el artículo 28.2 del Reglamento Deportivo de la Fórmula 1 y obliga al piloto a tomar la salida desde la calle de boxes: "Cualquier piloto que decide utilizar otro monoplaza o el mismo sufre un cambio de la célula de supervivencia después de la sesión de entrenamientos oficiales, debe comenzar la carrera desde el pit-lane…".

Asimismo, y puesto que, el piloto de la escudería de Brackley no pudo marcar tiempo alguno en la clasificación, fue necesario que por parte del equipo se solicitara autorización a los comisarios para poder tomar la salida; autorización que le fue concedida con sustento en el artículo 36.1 del Reglamento Deportivo de la Fórmula 1, habida cuenta de que se acreditó que el piloto inglés había marcado tiempos satisfactorios en las sesiones de entrenamientos libres.

El artículo en cuestión establece el tiempo máximo que un piloto puede establecer para clasificarse para la carrera, añadiendo además una excepción a esa regla general: "Durante la Q1, cualquier piloto cuya mejor vuelta de calificación exceda el 107% del tiempo más rápido fijado en esa sesión, o que no logre establecer un tiempo, no se le permitirá participar en la carrera. Sin embargo, en circunstancias excepcionales, se puede tomar un tiempo de vuelta marcado en una sesión de entrenamientos libres, pudiendo los comisarios permitir que el coche participe en la carrera. Si hubiera más de un piloto inmerso en esta circunstancia, el orden de parrilla será determinado por los comisarios".

Igual suerte de sanciones corrió el piloto danés del equipo McLaren, Kevin Magnussen, que, debido al accidente protagonizado en la Q3, dañó la célula de supervivencia además de la caja de cambios de su MP4-29, por lo que el reemplazo de ambos elementos implicó que tuviera que tomar la salida desde la calle de boxes.

En este punto conviene matizar que, según dispone la normativa, al haber dos monoplazas con obligación de salir desde el pit-lane, los comisarios tienen potestad para decidir quién de los dos lo hace por delante. En buena lógica, y puesto que Magnussen participar en la clasificación hasta la Q3, se le otorgó preferencia frente Hamilton que no marcó tiempo alguno por el percance antes indicado.

Por último, en cuanto a las sanciones se refiere, el venezolano Pastor Maldonado fue relegado a tomar la salida desde la última posición de la parrilla al no poder disputar la clasificación por un problema en la unidad de potencia de su E22. Por este motivo, el equipo de Enstone también tuvo que solicitar autorización a los comisarios para que su piloto pudiera participar en la carrera. Por otro lado, la escudería británica tuvo que sustituir la caja de cambios del monoplaza, aunque en este caso, al no haber marcado tiempo en la clasificación y salir último, no es efectiva la penalización de 5 posiciones prevista en el Reglamento por esa modificación mecánica.

LOS COMISARIOS

La tarea de comisario deportivo, tan incomprendida e incluso tan denostada por algunos, requiere de personas muy experimentadas y con profundo conocimiento técnico de la amplia y, en ocasiones, farragosa normativa. Por ello, cada fin de semana de Gran Premio la FIA designa para vestir camisa blanca con distintivo de la FIA a personas con un enorme bagaje técnico que, además, ostentan importantes cargos dentro del entramado del máximo organismo rector del automovilismo. Desde estas líneas venimos ofreciendo un breve apunte biográfico al objeto de destacar la posición que ocupa cada miembro del equipo de comisarios que, en cada Gran Premio, fiscaliza la normativa que rige la categoría reina.

No hace muchos años, por parte de la FIA, y más en concreto por expreso deseo de su Presidente, Jean Todt, se decidió reforzar el equipo de comisarios con el objetivo de dotar de mayor contundencia y credibilidad a sus resoluciones, con la introducción de la figura del comisario piloto que, con su experiencia, adereza el veredicto con los tintes propios de la subjetividad del piloto.

Para la cita húngara, el equipo de comisarios estuvo formado por el suizo Paul Gutjahr -que actualmente preside de la Federación Suiza de Automovilismo y la Comisión de Montaña de la FIA, y que repite cometido tras su intervención en Mónaco-; por el mexicano José Abed–que desde 2006 es Vicepresidente Mundial de la FIA y que también estuvo en la sala de comisarios de Mónaco -; por el húngaro por Lajos Herczeg -vicepresidente de la Federación Nacional de Automovilismo de Hungría-; y, por último, ocupando la silla de comisario piloto, el designado fue el expiloto italiano de Fórmula 1, Emanuele Pirro.

Pirro, que repite cometido en la presente temporada tras su participación en la prueba inaugural de la temporada, llegó a participar en el Gran Circo entre las temporadas 1988 y 1991, habiendo siendo probador de McLaren antes de su debut oficial a los mandos de un Benetton, escudería con la que obtuvo su mejor resultado (quinta posición en el GP de Australia). Al año siguiente pilotaría para el equipo BMS Scuderia Italia.

No encontrando hueco en la Fórmula 1, el piloto italiano sí logró triunfar en el automovilismo de la mano de los campeonatos de turismos, superturismos y prototipos. No en vano, logró cinco victorias en las míticas 24 Horas de Le Mans (años 2000, 2001, 2002, 2006 y 2007) pilotando un Audi R8 LMP. Además, subió dos veces a lo más alto del podio en las 12 horas de Sebring, y una vez en las 24 horas de Daytona. Ha sido vencedor del campeonato alemán de turismos, así como bicampeón del correspondiente campeonato italiano. También logró el triunfó por partida doble en las 'American Le Mans Series'.