Situación compleja la que la Fórmula 1 afrontará este fin de semana. Con el accidente del piloto de Marussia, Jules Bianchi, demasiado reciente en la retina y en la mente de todos, el Gran Circo desembarca en Sochi con los ánimos bastante bajos y con la obligación contractual de competir este domingo en la que será la primera edición del Gran Premio de Rusia.

Vladimir Putin, actual presidente de Rusia, asistirá este fin de semana al evento de la F1 en la localidad costera envuelto en la agria polémica de la crisis de Ucrania, el derribo del vuelo de Malasian Airlines MH17 y las sanciones impuestas al país por Estados Unidos y la Unión Europea. Numerosas voces llamaron a la cancelación del evento pero, finalmente, su celebración no corre peligro y los preparativos siguen adelante.

A pesar de no estar presente en Suzuka, Bernie Ecclestone confirma su presencia en tierras rusas, tras haber visitado Azerbaiyán, este martes, para desvelar la localización del GP de Europa que volverá a la categoría en 2016 en las calles de Baku, la capital del país. "Estamos contentos, los sponsors parecen estar contentos, por lo que seguimos con lo planeado", declaraba el británico respecto a la celebración del GP de Rusia este fin de semana.

Nadie ha hablado conmigo sobre esta carrera, ni me ha dicho que no podamos ir. Las sanciones no nos afectan y lo que vamos a hacer no es ilegal. La gente de Rusia nos pidió que viniéramos aquí y eso es lo que vamos a hacer. Vamos a celebrar un Gran Premio. No tiene nada que ver con la política. Como digo siempre, nosotros no hacemos política. Estamos en Sochi para correr", continuaba el dirigente de la F1 en declaraciones a The Times.

El corresponsal de este mismo diario británico apunta que el presidente ruso es un "amigo cercano" de Ecclestone y que por ello estará presente en Sochi este fin de semana. "La F1 debe reflexionar sobre la falta de apoyo global que el comportamiento de Putin en Ucrania ha recibido. Si Putin aparece para enardecer a las masas, se verá a nivel mundial en la televisión y la F1 quedará marcada, para siempre, por asociarse con un régimen autoritario", añade el Dr. Andre Foxall, director del Centro de Estudios Rusos de la Asociación Henry Jackson, en Londres.